Editorial Alaire

Ignacio Mincholed escribió:Arturo, presentas un ángulo variable entre el sentir figurativo y el sentir transferido de, como bien dice Julio, lo inexorable que de por sí se muestra trágico, acentuado con la figura final de la desolada escena bajando de la madera a la tierra. Muestras, desde los múltiples grados de ese simbolismo transferido, el escalofrío y no sé si es que quiero ver la esperanza de que esa escala sea inacabable, a modo de un descenso eterno sin posibilidad de volver a la madera.

Felicidades y un abrazo.
Ignacio

Josefa A. Sánchez escribió:Cada latido golpea, inexorablemente, uno de esos clavos. No ha camino de vuelta después de ese salto último. Grande el poder de trasmisión de tu poema.
Un abrazo.
Pepa

Pilar Morte escribió:El ruido es como cada golpe de la vida. Imágenes profundas e impactantes.
Besos
Pilar

Arturo Rodríguez Milliet escribió:¿Escuchas eso?
Son los propios latidos en cuenta regresiva,
el miedo negando al miedo.

Cadencia de marcha marcial
trepidante timbal en la convicción febril
estoico gong que renuncia a la huida,
permite ahora que este compás dicte
los pasos que conducen al cadalso.

¿No reconoces cada clavo que arriostra sus tablas?
Pilares cimentados a la medida de una noción de justicia
dinteles que aproximan sus inexactas distancias
vigas firmes sosteniendo un tablado
a la doble altura de un hombre promedio…

La trampa sangra brea por sus bisagras
la verdad pendula a poco más de un metro del suelo.
Por la empinada escala solo baja el verdugo.

Gerardo Mont escribió:La vida desde tu profunda perspectiva, se hace sentir en cada letra como un latido de esa cuenta regresiva, que inevitablemente conduce a la muerte. El poema como tal, bellísimo y muy bien logrado. La sensación transmitida profunda, rica, sinceramente humana. Solamente me queda aplaudir y enviarte este abrazo de amigo con los mejores deseos de salud y prosperidad para ti y los tuyos en el 2017.

Guillermo Cuesta escribió:Qué exacta descripción con la lira entre las manos, amigo.

Un placer de lectura que no se paga suficientemente con un abrazo.

José Manuel F. Febles escribió:Profundo poema, con una cuenta inexorablemente regresiva. No has guardado las excelentes metáforas que han transmitido un tiempo para la reflexión. Te envío un gran abrazo con mis sinceras felicitaciones.

José Manuel F. Febles, desde mi isla.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un poema excelente, amigo; las imágenes son hermosísimas y la fuerza transmisora descomunal.

Abrazo de los grandes.

Rafael Valdemar escribió:Interesante este poema que nos dejas Arturo. Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

Maria Rodriguez escribió:Bonito poema que habla de tu interno.....y del pe´ndulo de la vida
Gracias por compartir
Maria

Jerónimo Muñoz escribió:Es una satisfacción para el sentir estético, para el intelecto y hasta para el dudoso espíritu, encontrarse con una creación como esta, que transmite magistralmente la apaciguada ira ante ese cadalso al que la verdad y la justicia nunca deberían haber subido. El plural significado de tus versos permite lecturas tan variadas que, tras leerlos varias veces, uno queda flotando en ese aire limpio en donde la palabra consigue expresar lo inexpresable, lo irrepetible.
Me ha absorbido y encantado tu poema al que aplaudo sinceramente.
Un abrazo.
Jerónimo

Arturo Rodríguez Milliet escribió:¿Escuchas eso?
Son los propios latidos en cuenta regresiva,
el miedo negando al miedo.

Cadencia de marcha marcial
trepidante timbal en la convicción febril
estoico gong que renuncia a la huida,
permite ahora que este compás dicte
los pasos que conducen al cadalso.

¿No reconoces cada clavo que arriostra sus tablas?
Pilares cimentados a la medida de una noción de justicia
dinteles que aproximan sus inexactas distancias
vigas firmes sosteniendo un tablado
a la doble altura de un hombre promedio…

La trampa sangra brea por sus bisagras
la verdad pendula a poco más de un metro del suelo.
Por la empinada escala solo baja el verdugo.