Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Je je, pues que sepas que tengo los brazos escritos de arañazos y llenos de puntos y comas de sus pinchazos; ellos se defienden... pero después, hablando, hablando, hacemos las paces. Ahora faltaría saber, si hablaran, qué dirían de mí, je je.Luis Muñiz M. escribió:Difícil destacar un verso sobre otro, definitivamente si lo árboles escribieran lo harían tan bien como tú.
Un abrazote amigo Alonso.
Hola, Xaime, y muchas gracias por asomarte a este bosque de letras.xaime oroza carballo escribió:Oh!, gran sorpresa!, en el cantil hay árboles que crecen en horizontal para dibujar poemas en el agua. Muy bello tu poema. Un placer.
Abrazos
Se agradece, y mucho, tanto presencia como comentario, Rafael.Rafel Calle escribió:Hermoso poema de Alonso.
Empezó como romance y como romance acabó, a pesar de las estrofas.Rosa Marzal escribió:Muy bello poema, con un ritmo impecable.
Un placer llegar hasta tus versos, Alonso.
Un abrazo.
De la sencillez del campo surgió este poema que ubiqué en un puerto cualquiera de este Mediterráneo nuestro.Bruno Laja escribió:Es fresco, de una sencillez casi meticulosa, de una sabiduría abierta, muy humana. Ha sido un placer. Abrazos, Alonso.
Muchas gracias, Era, por venir a este estático emplazamiento y por dejar tu huella que, vía foliar, llegó hasta este puerto.E. R. Aristy escribió:Alonso Vicent escribió:SOY UN ÁRBOL, NO ME ESCONDO
Soy un árbol en un pueblo,
en un pueblo con su playa,
estático e inhiesto
que cuenta lo que le pasa.
Le doy sombra al marinero
que en mis dominios atraca
y me miro en los reflejos
y me envuelvo en las palabras;
mi mundo son los trayectos,
sus ecos son mi morada.
El mar es solo un espejo
de superficie empañada
donde escribir con el dedo
corazón de la distancia.
Con el viento me requiebro
cada vez que hay marejada;
y es mi quiero y mi no puedo
el que en la orilla me clava.
Una y mil veces invento
bogar sin remos ni barca,
surcar con el pensamiento
las millas que me separan
de otra orilla y otros vientos,
de brisas, selvas y escarchas
ancladas en el barbecho
de un porvenir sin mañana.
Soy un leño más del puerto,
con una enorme ventana.
Alonso, me gusta mucho esta alegoria del arbol que lo ve y da todo desde lo que al parecer es un estado estatico. Un placer leerte. ERA
Muchas gracias Antonio. Me atraen las rocas, la tierra y los árboles y, de vez en cuando, intento mimetizarme con ellos.Antonio Justel escribió:... sin duda una bonita comparación poética la tuya, Alonso Vicent, elegante; una imagen de conjunbto muy subyugante, poeta; recibe mi saludo atento. Orión
Entre árboles seguimos, hoy mojados, y, aunque se acabó aquel verano, pasó el otoño y llegó el invierno, siguen acogiendo a sus pajaritos, je je.Rosa Martín escribió:Qué buen poema, Alonso,qué maravilla.
Yo veo dos árboles, para arrimarse y cobijarse,dos amigos...
Aquí te espero,
con las primeras hojas de otoño
o entre la pereza del sol
en los últimos días del verano.
Un beso
"Hay días que la lluvia caeAlonso Vicent escribió:Entre árboles seguimos, hoy mojados, y, aunque se acabó aquel verano, pasó el otoño y llegó el invierno, siguen acogiendo a sus pajaritos, je je.Rosa Martín escribió:Qué buen poema, Alonso,qué maravilla.
Yo veo dos árboles, para arrimarse y cobijarse,dos amigos...
Aquí te espero,
con las primeras hojas de otoño
o entre la pereza del sol
en los últimos días del verano.
Un beso
Ya falta menos para ir a visitar a mis piedras entre árboles, entre las que se encuentra una con nombre.
Besos.
Y llegó la primavera, y las naranjas no nos dejan ir a ningún sitio que no sean sus huertos. Pero allí en la Maurada nos esperan las piedras, en general, y una en particular. Mientras, que siga humedeciéndonos la vida como dice mi amiga entera.Rosario Martín escribió:"Hay días que la lluvia caeAlonso Vicent escribió:Entre árboles seguimos, hoy mojados, y, aunque se acabó aquel verano, pasó el otoño y llegó el invierno, siguen acogiendo a sus pajaritos, je je.Rosa Martín escribió:Qué buen poema, Alonso,qué maravilla.
Yo veo dos árboles, para arrimarse y cobijarse,dos amigos...
Aquí te espero,
con las primeras hojas de otoño
o entre la pereza del sol
en los últimos días del verano.
Un beso
Ya falta menos para ir a visitar a mis piedras entre árboles, entre las que se encuentra una con nombre.
Besos.
y humedece la vida"
Eso dice la Rosario en un poema, pero seguramente cuando lo escribió
no caían "chuzos de punta";)
Aún quedan telediarios y algún informe semanal,
antes de que regreses a La Maurada,
aún hay tiempos de café, verso y carajillo...
¡ Por cierto! Acabo de hacer café, afuera luce el sol
y se han llenado los bancos de pajaritos;)
Cuídame bien esa piedra, amigo entero,que lleva mucho rodado...
Besos