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Re: El joven guardabarreras del pueblo

Publicado: Vie, 10 Ene 2020 16:49
por Alonso Vicent
R. M. Alemán escribió:¿Y que le quiten lo *bailao? Me sonó a rey muerto rey puesto, je. A saber... Qué tal, Alonso. Me encanta este tipo de letras. Las que no están por estar. Un abrazo.
Hola, Ro, en este nuevo año.
Muchas gracias por estar, y así fue; ante el abismo cambió de aires.
Un gran abrazo y feliz año 2020. Seguimos estando...

Re: El joven guardabarreras del pueblo

Publicado: Sab, 11 Ene 2020 22:12
por Alfonso Alfaro
Saludos cordiales estimado Alonso.
Un placer pasar por tu interesante relato.
Te dejo un abrazo.

Re: El joven guardabarreras del pueblo

Publicado: Dom, 12 Ene 2020 15:29
por Alonso Vicent
Alfonso Alfaro escribió:Saludos cordiales estimado Alonso.
Un placer pasar por tu interesante relato.
Te dejo un abrazo.
Muy agradecido, Alfonso, y un abrazo que te mando vía ferrocarril... que lo tengo no muy lejos de la aldea.

Re: El joven guardabarreras del pueblo

Publicado: Lun, 16 May 2022 17:11
por Hallie Hernández Alfaro
Alonso Vicent escribió: Sab, 15 Oct 2016 22:40 Después de dos años, ayer me llamó mi ex mujer por teléfono. Me dijo que ya estaba harta, que no aguantaba más.
Le dije que no sería para tanto e intenté convencerla de que siempre quedan argumentos por los que seguir viviendo.
Me dijo que no; que esta vez se le habían fundido las ganas de vivir, que iba a tirarse al tren... y me colgó.
Justo ahora vengo de su casa. Me interesaba saber cómo le había ido en este nuevo suicidio suyo.
Se quedó con la residencia con jardín, porche y mobiliario de terraza. Y allí, en la mecedora donde tantas veces balanceé mis tardes, lo vi sentado con cara de felicidad... era el nuevo guardabarreras del pueblo.
Sube esta breve maravilla para deleite de todos.

Re: El joven guardabarreras del pueblo

Publicado: Lun, 30 May 2022 21:35
por Ana Estepa
Alonso Vicent escribió: Sab, 15 Oct 2016 22:40 Después de dos años, ayer me llamó mi ex mujer por teléfono. Me dijo que ya estaba harta, que no aguantaba más.
Le dije que no sería para tanto e intenté convencerla de que siempre quedan argumentos por los que seguir viviendo.
Me dijo que no; que esta vez se le habían fundido las ganas de vivir, que iba a tirarse al tren... y me colgó.
Justo ahora vengo de su casa. Me interesaba saber cómo le había ido en este nuevo suicidio suyo.
Se quedó con la residencia con jardín, porche y mobiliario de terraza. Y allí, en la mecedora donde tantas veces balanceé mis tardes, lo vi sentado con cara de felicidad... era el nuevo guardabarreras del pueblo.
Quién dice que se va a suicidar, nunca lo hace.
Me gusta este escrito, porque va al grano de la cuestión. Es breve y conciso. Nada le falta ni le sobra.