Editorial Alaire

Querido J.J. M. Ferreiro, agradezco tu paso por mi poema, con la mención a ese mazo que nombras, poético y sonoro. Cada poeta, no sé si merezco esa palabra, tiene su propio estilo, su dicción, su intención de trasfondo. La mía es intentar -no siempre lo consigo- decir algo más que la mera belleza en la palabra. Y a veces me brota mi propia concienca como dolor de todos. La sociedad nos enseña a dedicarle un día, un solo día, a cada grito, quizá para que nuestras conciencias descansen en paz el resto del año. Siempre es tiempo de utópicos destinos. No todo camino está ya recorrido.

Gracias por tus palabras.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

Y es que sólo los propósitos no bastan
para apaciguarnos las conciencias,
ni siquiera los buenos deseos
son armas para el duelo
si no llegan a empuñarse
-banderas fehacientes-
contra la indiferencia.

No bastan los propósitos, ni las buenas palabras, ni las manos vacías que amasan la indiferencia. Filosofía de vida que nos muestras con una gran belleza Y es cierto, todas las manos todas, tienen una deuda pendiente con el mundo.

Un beso que te llegue al corazón

Ana v.

Gracias Julio por tu presencia en mis versos, y por tu palabra hermosa y amiga, alentando al poeta.

Estamos como humanos llenos de buenos propósitos, pero la mayor parte de las veces se quedan sólo en eso, y perecen al día siguiente con una palabra, y basta. Así nos encontramos, cada uno a lo suyo, a lo nuestro.

Un abrazo y Feliz Año Julio.

Santiago Redondo Vega

Gracias de nuevo Pilar, por tu retorno a mis versos y por esos susurros tuyos, nuestros, de todos.

El poeta es la belleza de la palabra pero sin olvidar el encargo de ser la voz de la conciencia, individual o colectiva. Siempre voz.

Un abrazo y Feliz Año.

Santiago Redondo Vega

Gracias Lila por tu paso por mis versos y por tu grato comentario.

Un abrazo y Feliz Año Nuevo.

Santiago Redondo Vega

Gracias Tatiana por tu paso y por tu comentario tan acertado sobre los compromisos individuales y colectivos de cada uno de nosotros.

Un abrazo y Feliz Año.

Santiago Redondo Vega

mi querido Santiago,

no puedo dejar de volver a este magnífico poema, en el que la profunda honestudad de tu estructura, desborda cualquier palabra

Y queda en cada hombre
un poso de indolencia por la vida,
-malherido y culpable-
de gestos que pensamos y no hicimos,
de aquellas intenciones que no se consumaron
en el preciso entramado
de los hechos precisos.

contigo........quedo meditando............Pilar

Gracias Jerónimo por pasar y detenerte en este espacio poético. El propio poeta debe ser siempre humilde, y ser los demás los que digan en el sentido que sea, su propia valoración, cómo les llega el poema, qué les dice, o si les transmite o no.

Gracias por tus palabras.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

Gracias Ana por pasarte y comentar.

Efectivamente, todas las manos tienen, tenemos, debemos tener, algo más que buenos propósitos para, si no corregir, al menos mitigar las diferencias tan enormes entre primeros y terceros mundos. Tierra.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

Gracias de nuevo Pilar por tu presencia y tu esencia.

Un abrazo fuerte.

Santiago Redondo Vega

Hola, Santiago. Espectacular poema. Tantas cosas caben en las manos, tantas y tantas. Y a pesar de eso siempre tienen deudas, con el mundo, con una piel, con un simple apretón.

Me ha encantado.

Un saludo.

Gracias Juanmi por tu paso y tu comentario.

Es de todos el mundo, pero no todos lo sentimos como propio. Y ahí está nuestra falta de compromiso. Hay quien quiere arrogárselo como suyo únicamente, mientras los demás miramos, sólo miramos.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega

Excelente obra, Santiago. Mi admiracion y respeto, poeta.
ERA