Ese silencio que me habla

[Pablo Ibáñez]

todo es parte de mí pero no mío

Un gran abrazo, Pilar.

[Pilar Morte]

Me ha encantado el poema, Pilar, que me parece magnífico. Es como una confesión, un sacarse del alma las penas. Te felicito.
Un abrazo.

Quizá tenga tendencia a escribir demasiado de lo que me acontece y siento pero no sé hacerlo de otra forma. Gracias por tus estimadas palabras
Besos
Pilar

[Gerardo Mont]

Un poema además de bello, dicente. El lector se expone a tu palabra y se refresca, se acerca a sí mismo y a las bondades de la vida. Me ha gustado mucho. Un gran abrazo.

[Pilar Morte]

Un poema hermoso, sentido, verdadero como todo lo que haces Pilar. Se siente ese soltar, quizás sea la verdadera forma de hacer algo "propio", justo el saber, desde la propia piel, como si puede beber la libertad de dejar ser y ser con todo.
Besos querida amiga

Lo has descrito muy bien y te agradezco enormemente tus amables palabras
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

Emocionada reflexión que bucea hacia adentro y hacia afuera para remontarse en auténtico vuelo pleno de lirismo.

Muy bello

Te agradezco tu amabilidad por venir y agradezco que dejes tu apreciada palabra
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

Indiscutible reflexión poética a la que me adhiero.
Un placer leerte, Pilar.
Abrazos

Me alegra que compartas los versos. Gracias por decírmelo
Besos
Pilar

[Óscar Distéfano]

Me abraza el silencio
como un terciopelo feliz,
y deja en el rostro surcos de paz.

Me siento sola y no me duelen
los relojes que mueren ni las huellas
que empolva el tiempo.
Es el equilibrio del que ama
y se sabe camino solitario.

La vida no es mía, ni el árbol, ni el brote
que acaricia el alma.
Todo fiado me rodea,
el agua que bebo y me baña,
el sol que conversa con la tierra fértil
e intercambian el rayo por cosecha.

La espiga- pan del hombre,
las raíces testigo de la vida,
todo es parte de mí pero no mío,
el aire, el viento, las abejas que zurcen
con el polen celdillas de oro.

Los seres que amo están en mí y no son míos,
ni mío el mar donde navego.

Por eso abro las manos
y suelto la arena
que fue castillo de los días.

Y me abrazo al silencio
dando gracias por lo prestado.

Con la sabiduría de Khalil Gibran, nos traes un hermoso poema donde tu estilo directo y lírico encuentra una renovación de nuestra realidad existencial. Somos simples pasajeros que todo lo tomamos prestado durante nuestra efímera vida. Me ha gustado mucho tu poema, amiga.

Un abrazo.
Óscar

[Rafael Zambrano Vargas]

Me abraza el silencio
como un terciopelo feliz,
y deja en el rostro surcos de paz.

Me siento sola y no me duelen
los relojes que mueren ni las huellas
que empolva el tiempo.
Es el equilibrio del que ama
y se sabe camino solitario.

La vida no es mía, ni el árbol, ni el brote
que acaricia el alma.
Todo fiado me rodea,
el agua que bebo y me baña,
el sol que conversa con la tierra fértil
e intercambian el rayo por cosecha.

La espiga- pan del hombre,
las raíces testigo de la vida,
todo es parte de mí pero no mío,
el aire, el viento, las abejas que zurcen
con el polen celdillas de oro.

Los seres que amo están en mí y no son míos,
ni mío el mar donde navego.

Por eso abro las manos
y suelto la arena
que fue castillo de los días.

Y me abrazo al silencio
dando gracias por lo prestado.

Pilar Morte:

La belleza, la humildad, el buen gusto por la poesía vanguardista
y el estilo exquisito, se aúnan en un abrazo para consntruir
un poema formidable.

Felicidades, lujo y placer de lectura

Mi abrazo Poeta

Rafael Zam,brano

[José Manuel F. Febles]

Querida Pilar, leerte es aprender. Un extraordinario poema, que puestos a señalar versos los pondría todos.
Te felicito, amiga. Un cordial abrazo desde mi isla.

José Manuel F. Febles

[Pilar Morte]

Me abraza el silencio
como un terciopelo feliz,
y deja en el rostro surcos de paz.

Me siento sola y no me duelen
los relojes que mueren ni las huellas
que empolva el tiempo.
Es el equilibrio del que ama
y se sabe camino solitario.

La vida no es mía, ni el árbol, ni el brote
que acaricia el alma.
Todo fiado me rodea,
el agua que bebo y me baña,
el sol que conversa con la tierra fértil
e intercambian el rayo por cosecha.

La espiga- pan del hombre,
las raíces testigo de la vida,
todo es parte de mí pero no mío,
el aire, el viento, las abejas que zurcen
con el polen celdillas de oro.

Los seres que amo están en mí y no son míos,
ni mío el mar donde navego.

Por eso abro las manos
y suelto la arena
que fue castillo de los días.

Y me abrazo al silencio
dando gracias por lo prestado.

Querida Pilar, solo en ese silencio uno puede mirar
que en la vida los apegos, no son nuestros, solo la
belleza del alma que te lleva a eternizar tus letras-
Pero hay algo que quiero decirte, de modo personal.
Hay un momento en que tomamos nuestro bebé, solo son
momentos donde experimentamos el amor incondicional.
Solo momentos en que sentimos algo verdaderamente nuestro.
Pero sabemos que no lo son.

Un beso Pilar.-

Gracias, Mirta, aprecio mucho tus amables palabras para estos versos
Abrazos
Pilar

[Pilar Morte]

"Y me abrazo al silencio
dando gracias por lo prestado."

Es impresionante lo que es capaz de hacer sentir el poeta. Este poema es un ejemplo de ello. Los versos que detallo son para enmarcar. ¿Te has dado cuenta de la profundidad que tienen?

Un besazo.

Me alegra mucho tu comentario y te lo agradezco infinito
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

todo es parte de mí pero no mío

Un gran abrazo, Pilar.

Gracias, querido amigo
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

Un poema además de bello, dicente. El lector se expone a tu palabra y se refresca, se acerca a sí mismo y a las bondades de la vida. Me ha gustado mucho. Un gran abrazo.

Gracias, querido amigo, por tus amables palabras
Besos
Pilar

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo de Pilar.

[Pilar Morte]

Me abraza el silencio
como un terciopelo feliz,
y deja en el rostro surcos de paz.

Me siento sola y no me duelen
los relojes que mueren ni las huellas
que empolva el tiempo.
Es el equilibrio del que ama
y se sabe camino solitario.

La vida no es mía, ni el árbol, ni el brote
que acaricia el alma.
Todo fiado me rodea,
el agua que bebo y me baña,
el sol que conversa con la tierra fértil
e intercambian el rayo por cosecha.

La espiga- pan del hombre,
las raíces testigo de la vida,
todo es parte de mí pero no mío,
el aire, el viento, las abejas que zurcen
con el polen celdillas de oro.

Los seres que amo están en mí y no son míos,
ni mío el mar donde navego.

Por eso abro las manos
y suelto la arena
que fue castillo de los días.

Y me abrazo al silencio
dando gracias por lo prestado.

Con la sabiduría de Khalil Gibran, nos traes un hermoso poema donde tu estilo directo y lírico encuentra una renovación de nuestra realidad existencial. Somos simples pasajeros que todo lo tomamos prestado durante nuestra efímera vida. Me ha gustado mucho tu poema, amiga.

Un abrazo.
Óscar