carlos escribano escribió:
Fue mentira tu voz y también tus cumplidos
me llamabas a veces amapola preciosa
era el sol y la aurora, fuego de tus sentidos,
una estrella radiante, y en tu cielo una diosa.
Y qué pronto olvidaste tus requiebros y cuentos
otra flor y de otoño mi presencia frustró
y trocaste piropos por dolores muy cruentos,
con heridas profundas que mi vida quebró.
Y perduran “ Don Juanes” engañando a doncellas,
pues se sienten ufanos de conquistas falaces
y no escuchan los llantos y no ven esas huellas
de tristezas que dejan sus encuentros fugaces.
El amor no es un juego, y no es causa de daño,
es un gran sentimiento… que no admite el engaño.
Precioso soneto de gran contenido. Un placer grande leerte Carlos. Abrazos, ERA