Editorial Alaire

Óscar Distéfano escribió:Es una ingeniosa poesía de los opuestos que llega y se hace cargo de nuestro estado de ánimo. A mí me ha gustado mucho por el tema, por la construcción impecable, prolija, y porque has salido triunfante de la conceptualidad, un reto que hartas veces nos derrota, cuando sentimos que lo que dijimos no era lo que pretendíamos decir. En este caso, tal posibilidad no ha sucedido, sino todo lo contrario. Enhorabuena.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Amigo Óscar, el valor de la conceptualidad debe de ser -si hay algo- lo más importante del poema. Al estar escrito en euskera y luego traducido al español, pues la verdad es que la cosa no resulta igual en cuanto al ritmo y el fraseo, pero... ¿a quién va importar esto? A mí, no. Gracias y abrazo fraterno.
Salud.

Carmen López escribió:Bello e inteligente poema, dos genes perfectos para un poema. Me gustó mucho su lectura, la disfruté.

Abrazos y Salud, Julio.

Carmen

Gracias por hacerme llegar tu opinión, Carmen. Un abrazo.
Salud.

Armilo Brotón escribió:Bravo Julio, pongamos en duda todo. El euskara es una bella metáfora de ello que tú has sabido explorar.

Un abrazo.

No hablo con fluidez el euskera, pero sí he sentido la tentación de usarlo en algún que otro poema y un zortziko del que se encargó en la parte musical nuestro compañero Víctor F. Mallada. La traducción es muy literal. En euskera predomina el uso de las frases cortas y hay poca subordinación.
Gracias por tu opinión, Armilo. Un abrazo.
Salud.

Julio Gonzalez Alonso escribió:Fedegabekoa

Fedegabeko gizona naiz. Jainkoari esker
ez dut sinesten
gizon-emakumeengan; gizon-emakumei esker
ez dut Jainkoagan sinesten.

Fedegabeko gizon batek es du balio
ez Jainkoaren egitasmoetarako
ez gizon-emakumeen planarako. Horregatik
ez dakite
zer egin. Horren ondorioz ez dakit
zer egin behar dudan. Honengatik
eta hargatik
toki batetik bestera ibiltzen dira
burhauste hau konpontzeko asmoz.

Ezin dut
haien kezka lasaitu.


El descreído

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un hombre sin fe no sirve
ni a los planes de Dios
ni a los planes de los hombres. Por eso
no saben qué hacer. A causa de ello
no sé qué debo hacer. Por esto
y por aquello
andan de un lado a otro
con la intención de arreglar este rompecabezas.

No puedo
calmar su preocupación.

González Alonso

Me ha encantado la ironía que hay en todo el poema. Un maravilloso ten con ten.

Cordiales saludos.

Con que creas en ti mismo ya vas sobrado, compañero. El poema pude presumir de ser hijo tuyo, que no es poco. Un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa

J. J. M. Ferreiro escribió:Concreta y afilada esta fina ironía de ese "anarquista" que te habita. Ese hombre con una educación tan completa que no necesita ni permite las imposciones de los demás hombres ni por supuesta la imposción de un dios inexistente. Es él y su propia vida, las que ejecutan sobre él mismo las imposiciones.


Todo un placer de lectura, joven viejo amigo.

Bueno, y otra cosa... yo ni he intentado leer la versión en euskera, porque no me entero de nada

Salute e godello a la gorxa.!!

Ya te lo leeré en euskera que, aunque te vas a enterar lo mismo, por lo menos le pones música a los versos, je,je,je... Del godello... me parece que tiene que volver a la nevera. Ya te contaré. Abrazos y salud.

Pablo Ibáñez escribió:Julio,

un crudo poema, querido amigo. Me gusta mucho. Me gusta la contundencia de los versos, el sentido descarnadamente humano que desprende, la dirección a la primera persona, que lo hace aun más contundente, la expresión de escepticismo militante, con un cierto toque de amargura.

Me quedo con la perfección, con la densidad, de estos encabalgamientos:

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un gran abrazo, maestro.

Muchas gracias, Pablo. Lo del excepticismo me parece a mí que más "sufriente" que "militante", toda vez que no tengo intención de convencer a nadie y me incomoda bastante debatirme siempre en la duda en lugar de estar bien instalado en el abrigo de la fe que una vez tuve. Abrazos y salud.

Julio, bien este asunto de lo divino y lo humano.

Un abrazo.
Ignacio

Me ha encantado el juego de palabras de los versos iniciales. En realidad, me ha encantado el poema entero. Es ingenioso, divertido e irónico. Y además hace pensar.

En cuanto al tema, en tu poema dices ser un descreído (eso quiere decir que antes fuiste creyente), y yo, en muchos de los míos, me declaro lo contrario. Qué maravilla interpretar la vida desde tan lejanas perspectivas, qué riqueza otorga ponerse por un momento en la piel del otro en una poesía.

Es posible que un revés de la vida me convierta en descreído, aunque es difícil, pues precisamente la fe me hace afrontar los infortunios de una forma que me ayuda a gestionarlos. También es posible que a ti te suceda lo contrario y te vuelvas un creyente…. ¡Qué más da!

Si no hay nada
no hay nada que temer; si hay algo
ya hay algo más que fe.
Si existe Dios, y es bueno, nos amará
a todos por igual.

Bueno, perdona por esta reflexión poética a vuela pluma.

Un abrazo, querido amigo.
J. Manuel

E. R. Aristy escribió:

Julio Gonzalez Alonso escribió: Fedegabekoa

Fedegabeko gizona naiz. Jainkoari esker
ez dut sinesten
gizon-emakumeengan; gizon-emakumei esker
ez dut Jainkoagan sinesten.

Fedegabeko gizon batek es du balio
ez Jainkoaren egitasmoetarako
ez gizon-emakumeen planarako. Horregatik
ez dakite
zer egin. Horren ondorioz ez dakit
zer egin behar dudan. Honengatik
eta hargatik
toki batetik bestera ibiltzen dira
burhauste hau konpontzeko asmoz.

Ezin dut
haien kezka lasaitu.


El descreído

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un hombre sin fe no sirve
ni a los planes de Dios
ni a los planes de los hombres. Por eso
no saben qué hacer. A causa de ello
no sé qué debo hacer. Por esto
y por aquello
andan de un lado a otro
con la intención de arreglar este rompecabezas.

No puedo
calmar su preocupación.

González Alonso

Excelente poema, Julio. Abrazos, ERA

Abrazos y gracias, amiga ERA. Salud.

Rafel Calle escribió:Bello e interesante trabajo de Julio.

Gracias, Rafa. Un honor recibir tu comentario.
Salud.

Pilar Morte escribió:Ya te comenté en Facebook e insisto que me parece un poema bien planteado y certero para los descreídos. Un placer
Abrazos
Pilar

Gracias por estar también aquí, Pilar. Un abrazo... ¡con fe!
Salud.

Ramón Castro Méndez escribió:

Julio Gonzalez Alonso escribió:Fedegabekoa

Fedegabeko gizona naiz. Jainkoari esker
ez dut sinesten
gizon-emakumeengan; gizon-emakumei esker
ez dut Jainkoagan sinesten.

Fedegabeko gizon batek es du balio
ez Jainkoaren egitasmoetarako
ez gizon-emakumeen planarako. Horregatik
ez dakite
zer egin. Horren ondorioz ez dakit
zer egin behar dudan. Honengatik
eta hargatik
toki batetik bestera ibiltzen dira
burhauste hau konpontzeko asmoz.

Ezin dut
haien kezka lasaitu.


El descreído

Soy un hombre sin fe. Gracias a Dios
no creo en los hombres; gracias a los hombres
no creo en Dios.

Un hombre sin fe no sirve
ni a los planes de Dios
ni a los planes de los hombres. Por eso
no saben qué hacer. A causa de ello
no sé qué debo hacer. Por esto
y por aquello
andan de un lado a otro
con la intención de arreglar este rompecabezas.

No puedo
calmar su preocupación.

González Alonso

Me ha encantado la ironía que hay en todo el poema. Un maravilloso ten con ten.

Cordiales saludos.

Agradecido, Ramón. Es cierto que el poema se desenvuelve en la ironía, ¿cómo, si no, tratar estos asuntos sin enfadarnos? Salud.

Josefa A. Sánchez escribió: Con que creas en ti mismo ya vas sobrado, compañero. El poema pude presumir de ser hijo tuyo, que no es poco. Un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa

Bueno, amiga Pepa, la fe en uno mismo se resiente más a menudo de lo que uno quisiera; menos mal que uno puede presumir de amigos como tú que te levantan el ánimo. Siempre gracias. Abrazos veraniegos.
Salud.

Ignacio Mincholed escribió: Julio, bien este asunto de lo divino y lo humano.

Un abrazo.
Ignacio

Ya ves, Ignacio, hay mañanas en que la cabeza va y viene y acaba posando sus quehaceres en dudas como éstas. Abrazo agradecido.
Salud.