Editorial Alaire

Tigana Nelson escribió:Matemáticamente bello. Jodido también, por aquello de las distancias cortas. La miopía de las dianas tiene su aquél.
Te felicito por este poema.
Salud.

Ana Muela Sopeña escribió:Un poema original, lleno de aciertos. Para reflexionar...

Felicitaciones por esta innovación
Abrazos
Ana

Rosa Marzal escribió:Creo que has dado justo en la diana, Luis, y este certero disparo ha levantado la piel de la dolorosa realidad.

Solo me queda aplaudir esta (otra más) magnífica entrega.

Un abrazo.

Alonso Vicent escribió:No han de fallar esas bacterias, a pesar de nuestra vista cansada.
Me gustó el realismo de quien sabe de distancias cortas y milímetros que pueden cambiar toda una vida.
Hasta el amor puede matar… andamos jodidos, compañero.
Me encantó pasar, y sobre todo el poema.
Un abrazo, Luis.

Arturo Rodríguez Milliet escribió:Con un ritmo plácido y un contenido tan inteligente como amigable,
su lectura fluye como un kayak en un torrente sereno con rápidos inesperados,
interesantes giros sin desviarse de su cauce:
del análisis físico de la trayectoria de un proyectil a la agudeza visual humana,
de allí, a los virus y bacterias que conectan con las miserias del espíritu y
su semejanza con los proyectiles que, si bien pueden fallar,
siempre dejan chance a los microorganismos.
Disfrute mucho de esta impecable travesía lírica.
Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Bello e ingenioso trabajo de Luis.

Óscar Distéfano escribió:Despliegue de originalidad en un trabajo de buen decir, de emitir conceptos tan humanos. Este tipo de poesía, con una estructura premeditada, con una impecable utilización del lenguaje, con buen ritmo, nunca dejará de gustar. Me ha encantado leerte, amigo.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Luis Muñiz M. escribió:`
2 grados a la derecha...

...0`5 hacia arriba.

Contén la respiración...

...3, 2, 1...

¡Cero!,

¡Mierda!, ¡Fallaste!...

¡Esa puta ráfaga de brisa
(de 0`3 nudos con dirección sur- noroeste)
te jodió el disparo!
Y claro,
en ese justo momento...,
...en ese preciso instante toda tu vida cambió
(las matemáticas son cruelmente exactas
y nunca fallan).

Una insignificante desviación de menos de un milímetro
desde el punto de partida supone un exponencial alejamiento
del proyectil del blanco prefijado inicialmente.
Ese ínfimo error de ángulo,
esa accidental y minúscula ráfaga de aire,
da como resultado incluso muchos metros de distancia
entre el impacto del proyectil y el objetivo,
(y por tanto consecuencias absolutamente imprevistas).

Y el hombre sabido es que se pierde
en las distancias más cortas...
El grosor de un pelo es casi lo máximo que el ojo humano puede ver
(quizás la antena de una hormiga...)
Por ello su mayor enemigo nunca fueron los mamuts,
ni siquiera los tipos de 2 metros y 120 kilos de peso
en la puerta de una discoteca a las 5 de la mañana,
y uno con un pedo del veinte y zapatillas de paddle
rosa fosforito.

¡Las bacterias!, ¡los virus! ¡las células retorcidas
y cabronas!...

...esos sí que son jodidos y letales.

Pero no amigos,
estos bichitos no son los únicos,
que por invisibles al ojo humano,
pueden mandarnos al otro barrio, o lo que es peor:
desgraciarnos sin piedad ni remisión
para el resto de nuestra sufrida existencia.

¡Qué decir de asuntos como la desilusión, la inocencia,
el ego o la idiotez...!
...Cuestiones como las ideologías, el miedo, el odio,
el sentimiento de culpabilidad...
Sí, (no se me olvidaba) ...¡el amor! ...también el amor
y todas sus derivaciones
y consecuencias posibles.

¿Alguien se cree que por ver las estrellas, el horizonte,
el pico de una montaña, o el telediario, tiene buena vista?

¡Pues no!

Lo difícil es ver lo más cercano a nosotros,
y ya no digamos dar en el blanco...

Y yo, que siempre fui de letras,
(y por aquello de los años, empiezo a sufrir
de vista cansada),
cuando me dicen que tengo que disparar a algo
o contra alguien,
ya ni siquiera me molesto en apuntar.
No sea que un mal cálculo o una jodida brisa
me haga errar el tiro
(...las balas perdidas las dirige el diablo).

Y si no queda más remedio
que utilizar la artillería,
o bien disparo a quemarropa en el trasero
del dueño del kiosko,
o bien (en un arrebato de patética
y desfasada hidalguía) me abrazo
incondicionalmente a alguna diana;
...y en último caso, me doy la vuelta y me alejo,
con cara entre media sonrisa y media lástima,
dejando a los tiradores con su fuego y sus blancos,
sabiendo que en menos de cien años
con toda certeza
las putas bacterias no fallarán...


________________

Luis Muñiz M. escribió:`
2 grados a la derecha...

...0`5 hacia arriba.

Contén la respiración...

...3, 2, 1...

¡Cero!,

¡Mierda!, ¡Fallaste!...

¡Esa puta ráfaga de brisa
(de 0`3 nudos con dirección sur- noroeste)
te jodió el disparo!
Y claro,
en ese justo momento...,
...en ese preciso instante toda tu vida cambió
(las matemáticas son cruelmente exactas
y nunca fallan).

Una insignificante desviación de menos de un milímetro
desde el punto de partida supone un exponencial alejamiento
del proyectil del blanco prefijado inicialmente.
Ese ínfimo error de ángulo,
esa accidental y minúscula ráfaga de aire,
da como resultado incluso muchos metros de distancia
entre el impacto del proyectil y el objetivo,
(y por tanto consecuencias absolutamente imprevistas).

Y el hombre sabido es que se pierde
en las distancias más cortas...
El grosor de un pelo es casi lo máximo que el ojo humano puede ver
(quizás la antena de una hormiga...)
Por ello su mayor enemigo nunca fueron los mamuts,
ni siquiera los tipos de 2 metros y 120 kilos de peso
en la puerta de una discoteca a las 5 de la mañana,
y uno con un pedo del veinte y zapatillas de paddle
rosa fosforito.

¡Las bacterias!, ¡los virus! ¡las células retorcidas
y cabronas!...

...esos sí que son jodidos y letales.

Pero no amigos,
estos bichitos no son los únicos,
que por invisibles al ojo humano,
pueden mandarnos al otro barrio, o lo que es peor:
desgraciarnos sin piedad ni remisión
para el resto de nuestra sufrida existencia.

¡Qué decir de asuntos como la desilusión, la inocencia,
el ego o la idiotez...!
...Cuestiones como las ideologías, el miedo, el odio,
el sentimiento de culpabilidad...
Sí, (no se me olvidaba) ...¡el amor! ...también el amor
y todas sus derivaciones
y consecuencias posibles.

¿Alguien se cree que por ver las estrellas, el horizonte,
el pico de una montaña, o el telediario, tiene buena vista?

¡Pues no!

Lo difícil es ver lo más cercano a nosotros,
y ya no digamos dar en el blanco...

Y yo, que siempre fui de letras,
(y por aquello de los años, empiezo a sufrir
de vista cansada),
cuando me dicen que tengo que disparar a algo
o contra alguien,
ya ni siquiera me molesto en apuntar.
No sea que un mal cálculo o una jodida brisa
me haga errar el tiro
(...las balas perdidas las dirige el diablo).

Y si no queda más remedio
que utilizar la artillería,
o bien disparo a quemarropa en el trasero
del dueño del kiosko,
o bien (en un arrebato de patética
y desfasada hidalguía) me abrazo
incondicionalmente a alguna diana;
...y en último caso, me doy la vuelta y me alejo,
con cara entre media sonrisa y media lástima,
dejando a los tiradores con su fuego y sus blancos,
sabiendo que en menos de cien años
con toda certeza
las putas bacterias no fallarán...


________________

E. R. Aristy escribió:

Luis Muñiz M. escribió:`
2 grados a la derecha...

...0`5 hacia arriba.

Contén la respiración...

...3, 2, 1...

¡Cero!,

¡Mierda!, ¡Fallaste!...

¡Esa puta ráfaga de brisa
(de 0`3 nudos con dirección sur- noroeste)
te jodió el disparo!
Y claro,
en ese justo momento...,
...en ese preciso instante toda tu vida cambió
(las matemáticas son cruelmente exactas
y nunca fallan).

Una insignificante desviación de menos de un milímetro
desde el punto de partida supone un exponencial alejamiento
del proyectil del blanco prefijado inicialmente.
Ese ínfimo error de ángulo,
esa accidental y minúscula ráfaga de aire,
da como resultado incluso muchos metros de distancia
entre el impacto del proyectil y el objetivo,
(y por tanto consecuencias absolutamente imprevistas).

Y el hombre sabido es que se pierde
en las distancias más cortas...
El grosor de un pelo es casi lo máximo que el ojo humano puede ver
(quizás la antena de una hormiga...)
Por ello su mayor enemigo nunca fueron los mamuts,
ni siquiera los tipos de 2 metros y 120 kilos de peso
en la puerta de una discoteca a las 5 de la mañana,
y uno con un pedo del veinte y zapatillas de paddle
rosa fosforito.

¡Las bacterias!, ¡los virus! ¡las células retorcidas
y cabronas!...

...esos sí que son jodidos y letales.

Pero no amigos,
estos bichitos no son los únicos,
que por invisibles al ojo humano,
pueden mandarnos al otro barrio, o lo que es peor:
desgraciarnos sin piedad ni remisión
para el resto de nuestra sufrida existencia.

¡Qué decir de asuntos como la desilusión, la inocencia,
el ego o la idiotez...!
...Cuestiones como las ideologías, el miedo, el odio,
el sentimiento de culpabilidad...
Sí, (no se me olvidaba) ...¡el amor! ...también el amor
y todas sus derivaciones
y consecuencias posibles.

¿Alguien se cree que por ver las estrellas, el horizonte,
el pico de una montaña, o el telediario, tiene buena vista?

¡Pues no!

Lo difícil es ver lo más cercano a nosotros,
y ya no digamos dar en el blanco...

Y yo, que siempre fui de letras,
(y por aquello de los años, empiezo a sufrir
de vista cansada),
cuando me dicen que tengo que disparar a algo
o contra alguien,
ya ni siquiera me molesto en apuntar.
No sea que un mal cálculo o una jodida brisa
me haga errar el tiro
(...las balas perdidas las dirige el diablo).

Y si no queda más remedio
que utilizar la artillería,
o bien disparo a quemarropa en el trasero
del dueño del kiosko,
o bien (en un arrebato de patética
y desfasada hidalguía) me abrazo
incondicionalmente a alguna diana;
...y en último caso, me doy la vuelta y me alejo,
con cara entre media sonrisa y media lástima,
dejando a los tiradores con su fuego y sus blancos,
sabiendo que en menos de cien años
con toda certeza
las putas bacterias no fallarán...


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Estoy fascinada con tu forma de hacer poesía, tu ingenio es extraordinario. Un abrazo, Luis. ERA

Ramón Castro Méndez escribió:
Me ha gustado mucho esta "Vista cansada". Hay originalidad, ingenio, humor, desenfado, frescura.... Te felicito, realmente uno se siente atrapado por la lectura de este poema.
Un abrazo.