Editorial Alaire

Y revuelves la noche con tus profundos ojos amarillos
hasta quebrarla en verbo

Just Gafar escribió:A mi padre, quien me apagaba la luz en las noches
para que no siguiera leyendo.

Me apagabas la luz
como se apaga el trigo en el campo
como se apaga el sonido del agua bajo el agua

Yo escuchaba alejarse las horas del miedo
Pasos de trueno
Palabras de trueno
y algo en mi se encendía desde adentro
Pequeña llama azul
capaz de quemar la casa entera
con nuestras ruinas

Hubiera querido quedarme
en tu orilla Padre
Amar los peces de tu boca
Dormir sin sueño alguna vez
entre las cansadas piedras de tu costado
Pero esta palabra me arrastraba en su corriente
Me llamaba con sus muertos
Con sus desveladas flores de agonía

Te fuiste pronto a morar al fondo...

Ahora escucho el aullar
de este pequeño mar frente a mis manos
y me asusta no ser río Padre
Y revuelves la noche con tus profundos ojos amarillos
hasta quebrarla en verbo

Y me asusta no ser aquello que me pediste Padre
Aquel hermoso
triste silencio
Donde aleteaba la sombra de un pájaro roto
que solo tu nombrabas.

Just Gafar escribió:A mi padre, quien me apagaba la luz en las noches
para que no siguiera leyendo.


Mi padre también apagaba la luz. Iigual, como el tuyo, lo hacía para que no siguiera leyendo, pero él aseguraba que era para que pudiera ver las estrellas. ¿La ves?, decía. La Polar.

Me hubiera gustado escribirle un poema como como el tuyo, que hablase de esas cosas. Y que lo hiciera bien, como el tuyo. Pero aún no he podido. Escribí -que tonta- sobre aquella hada que él me había regalado para cuando echara de menos la estrella, por lo que fuera, porque tuviera la luz encendida, o porque estuviera la noche 'nublada', supiera que mi hada cuidaba de mí. Y, ¿sabes?, era mía. Él, que tantas cosas tenía que hacer, me la regaló.

Gracias, Just.

Blanca





Me apagabas la luz
como se apaga el trigo en el campo
como se apaga el sonido del agua bajo el agua

Yo escuchaba alejarse las horas del miedo
Pasos de trueno
Palabras de trueno
y algo en mi se encendía desde adentro
Pequeña llama azul
capaz de quemar la casa entera
con nuestras ruinas


(...)


Aquel hermoso
triste silencio
Donde aleteaba la sombra de un pájaro roto
que solo tu nombrabas.