Editorial Alaire

Una hermosa instrospección escrito en segunda persona, lo cual lo hace más creíble aún (menos yoísmo), reconociendo que, de por sí, el poema descarga una auténtica sinceridad, unas intenciones directas de realismo, de cosmovisión sin velos. Creo que el argumento es sólido, polisémico, se presta para meditarlo tantas veces, para aprehenderlo y hacerlo nuestro. Mis aplausos, amigo.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Pablo Ibáñez escribió:Ramón,

seguimos explorando ese nuevo estilo de prosa cortada, ingeniosamente perverso. Y seguimos explorándonos a nosotros mismos, en lo que somos. En esta ocasión tomamos el rol del hombre corrienteme. Lo que somos en realidad. Esos somos, pero nadie se ha paradao a analizarlo antes. Ese es el invento. Y, claro, invento + estilo = poesía.

Un abrazo.

Te agradezco la lectura y el comentario. Un abrazo, Pablo.

Rosa Marzal escribió:Cuesta mirarse al espejo de la realidad para vernos tal y como somos, con nuestras miserias y limitaciones y decirnos todo aquello que no nos atrevemos a reconocer.

Un poema honesto y valiente, Ramón, que lleva el sello de calidad que siempre imprimes a tus versos.

Un abrazo.

Gracias, Rosa, por leerme y comentar. Un abrazo.

[quote="Guillermo Cuesta"]La conformidad con uno mismo es la madre y la base del saber estar. Pero no hay medianía en tu poema
pues lo corriente supo hacerse especial al reconocerlo.

un abrazo, amigo[/quote
Te agradezco el amable comentario, Guillermo. Un abrazo.

Julio Gonzalez Alonso escribió:Me gusta este autoanálisis que nos muestra la grandeza de un hombre corriente y a la certeza de tener una forma de vivir feliz. No siempre estamos tan lúcidos como para darnos cuenta de que estamos despreciando la única ocasión que nos brinda la vida.
Salud.

Gracias, Julio, me alegra que te haya gustado el poema. Salud para ti.

Pienso que has escrito uno de esos poemas que vienen de muy adentro, de ese adentro lejano que nos habla con ecos; con ecos que ocupan un punto en el soslayo pero que son como motas universales. Me trajo el poema de Cohen "Todo lo que hay que saber sobre Adolph Eichmann", porque tendemos a la sublimación del mal, del bien, de la belleza, y eso es algo que nos aparta, nos disloca, incluso nos arroja encima el peso mental del alcanzar La Meta. Los héroes, los villanos, los grandes, los pequeños... son corrientes. A cualquier persona, salvo que tenga mucho miedo, si se le pincha, le sale sangre. Seres corrientes que no tengan miedo, eso queremos, eso me dice tu poema. Ha sido un gran placer, Ramón. Abrazos.

Óscar Distéfano escribió:Una hermosa instrospección escrito en segunda persona, lo cual lo hace más creíble aún (menos yoísmo), reconociendo que, de por sí, el poema descarga una auténtica sinceridad, unas intenciones directas de realismo, de cosmovisión sin velos. Creo que el argumento es sólido, polisémico, se presta para meditarlo tantas veces, para aprehenderlo y hacerlo nuestro. Mis aplausos, amigo.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Muchas gracias, Óscar, por tu lectura y palabras. Un abrazo.

Bruno Laja escribió:Pienso que has escrito uno de esos poemas que vienen de muy adentro, de ese adentro lejano que nos habla con ecos; con ecos que ocupan un punto en el soslayo pero que son como motas universales. Me trajo el poema de Cohen "Todo lo que hay que saber sobre Adolph Eichmann", porque tendemos a la sublimación del mal, del bien, de la belleza, y eso es algo que nos aparta, nos disloca, incluso nos arroja encima el peso mental del alcanzar La Meta. Los héroes, los villanos, los grandes, los pequeños... son corrientes. A cualquier persona, salvo que tenga mucho miedo, si se le pincha, le sale sangre. Seres corrientes que no tengan miedo, eso queremos, eso me dice tu poema. Ha sido un gran placer, Ramón. Abrazos.

Gracias, Bruno, por la lectura y el comentario que me dejas. Un abrazo.

Me ha encantado, Ramón. Mucha sabiduría y mucha grandeza llevan estos versos. Un placer.

Un abrazo.

CELIA PUERTA escribió:Me ha encantado, Ramón. Mucha sabiduría y mucha grandeza llevan estos versos. Un placer.

Un abrazo.

Gracias, Celia, por tu amable comentario. Un abrazo.

Hermoso e interesante trabajo de Ramón.