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¡ Genuino... muy bello ! Enhorabuena.Ramón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
Ramón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
Una maravilla poética, Ramón, llueve creación en tu poema! ERARamón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
Gracias, Rosa, por tu generoso comentario. Un abrazo.Rosa Marzal escribió:La lluvia y su fuerza simbólica, su enorme poder evocador, su mutable lenguaje por el que fluye la voz íntima del poeta...
Un poema realmente magnífico, Ramón. Mi felicitación y mis mejores deseos para ti en este nuevo año.
Un abrazo.
Gracias por tu amabilidad, Judit. Un abrazo. y feliz año.J. Paz escribió:Para que los muchos sentidos disfruten. Bellísimo, Ramón. Felicidades.
Feliz 2016 y un fuerte abrazo,
Judit
Muchas gracias, J.J., por leerme y comentar. Unha aperta.J. J. M. Ferreiro escribió:Y ahora, Ramón, se atreve con la lluvia, que ya en él o en sus versos, es otra lluvia, moja de otra manera.
Un forte aperta, e que teñas un grande "feliciano", ti e todos os teus.
Gracias, Carmen, por tu lectura y palabras. Un abrazo.Carmen Pla escribió:Siempre es un lujo leerte, dejas que la lluvia atraviese al lector.
Un placer, Ramón
Un fuerte abrazo.
Gracias, Guillermo, por tu lectura y comentario. Un abrazo.Guillermo Cuesta escribió:Desde el intimo frescor de la versión poética la lluvia transmite esa indulgencia que el alma necesita
para explayarse en la inspiración y en el idioma.
un abrazo
Muchas gracias, Ligia, por tu amable comentario. Un saludo cordial.Ligia Rafaela escribió:Apreciado amigo, excelente trabajo poético donde la
lluvia se confunden con tu letras, todo un placer
leerte y disfrutar tu bella entrega poética.
Mis saludos.
Gracias por el impulso, Pablo. Un abrazo.Pablo Ibáñez escribió:Siempre arriba con las propuestas de Ramón Carballal. Siempre un placer leerlas.
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
A mí me gusta mucho.
Un abrazo.
Gracias, Begoña, por leerme y comentar. Un abrazo y feliz año.Begoña Egüen escribió:¡ Genuino... muy bello ! Enhorabuena.Ramón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
Un abrazo y feliz 2016.
BEGOÑA.
Gracias, Antonio, por tus amables palabras. Un abrazo.Antonio Justel escribió:Ramón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
... una magnífica exégesis en torno de la lluvia, Ramón; mi saludo, poeta. Orión
Gracias por tu generosidad, ERA. Un abrazo.E. R. Aristy escribió:Una maravilla poética, Ramón, llueve creación en tu poema! ERARamón Carballal escribió:
De la lluvia amo el brillo
que deja en la piel de las fachadas.
A veces furia
otras calidez,
beso o ternura.
La lluvia es un grito
que se derrama entre las olas del aire,
su corazón de ángel
enciende los ríos de la vida,
su raíz viste de agua
la memoria de los impermeables,
el descuido de los paraguas,
el canto irreal de las alcantarillas.
Cuando tú paseas vestida de humedad
hay un eco gris que te sigue
como una jauría de perros líquidos,
callados, fieles.
Me entretiene la redondez y el espasmo
que la gota huida dibuja en el cristal.
Veo a lo lejos
los labios de la gárgola,
su saliva incansable,
su acuosa serenidad
de símbolo.
Y es en su ferocidad de ráfaga
donde yo encuentro mi ser,
desnudo, parado en las esquinas,
el agua, el viento, la sal
golpean mi rostro infantil;
y sé que más allá de este instante de fragor
hay una bendición que me atrae,
me doblega,
me abraza
con sus tentáculos de ninfa.
