La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Julio Gonzalez Alonso escribió:Todas las preocupaciones se resumen en la estrofa de cierre del poema con inusitada fuerza y lirismo. Muy bello, Ventura.
Salud.
Mi buen amigo, es un lujo contar con tu presencia, cuánto te lo agradezco.
Fuerte abrazo Julio
Qué bello poema. Cuánta poesía enroscada en esos versos de fácil lectura y difícil factura, tan evocadores y emotivos. Me siento satisfecho de haberte buscado y haberme encontrado con esta explosión de lirismo y sentimiento tan admirablemente expresados.
Un fuerte abrazo.
Jerónimo
No era no volver lo que me preocupaba,
desandar la expectante senda hacia mis sentidos desnudos,
tan desnudos, como peregrinos transeúntes
que sortearan afortunados la opacidad de la niebla.
Era... no regresar, delirante, a la instantánea viva
recubierto de ojos a su encuentro,
como una estrella naciente que pendiera del cuello
inmaculado del primer amor, y se encendiera en su presencia.
No era no volver a verse lo que me preocupaba,
guardar inmutable el verso no dicho a la esperanza de los labios,
renacer las promesas no cumplidas al esquivo viento,
o amasar solícito los segundos compartidos sin vértigo.
Era no ser yo mismo, si volvieramos a cruzar el aire,
mientras se descolgaran ahítas las estrellas
bajo mis párpados, que invisibles,
llamaran voz al aguacero.
No era no estar libre, lo que me preocupaba,
para dibujar de luna llena su interminable mirada,
dejar las manos hambrientas difuminarse hacia su sonrisa,
escalar el tiempo traicionero como cigüeñas dormidas
que en henchido vuelo malograran la ruta al dorado nido.
Era no reflejar la Libertad del cosmos infinito
aleteando en el amar de mi corazón hacia el lígero rostro
de lo imposible, acumulando
harina de muérdago en mis bolsillos.
No era envejecer lo que me preocupaba, haber andado sin el tú la vida,
abandonado la alborada al ocaso
en un puente de resbalosa piedra
que entumeciera la fe de mis huellas...
era no llegar, ¡no llegar! y decirle, en la cara
más amada, a la vida:
¡amor!, cuánto te quiso mi lejanía.
.
.
.
Gran lirismo, Ventura, un placer leerte. Abrazos, ERA
Gracias por venir Era, siempre es un placer tenerte un ratito por aquí.
Abrazos
Lunamar Solano escribió:Una confesión que se eleva y contempla vibrante la emoción de tus versos querido amigo...
Muy bello leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
Gracias querida amiga por ese sentimiento que ofrece dimensión a estas letras.
Besos
Óscar Distéfano escribió:Lirismo hondo, imágenes afortunadas, argumento bello y cohesionado, y un remate espectacular. Algunas cualidades de tu hermoso poema. Te felicito, amigo,
Un abrazo grande.
Óscar
Gracias querido amigo, por este generoso comentario que te agradezco por completo.
Fuerte abrazo
Carmen Pla escribió:El cierre me parece espectacular, es como el cenit de un precioso poema.
Un placer leerte, Ventura
Abrazos.
Gracias Carmen. Me alegro mucho que te gustara. Finalmente, introduje un video para enmarcar la lectura. Tuve mis dudas, espero que el experimento te guste.
Besos
No era no volver lo que me preocupaba,
desandar la expectante senda hacia mis sentidos desnudos,
tan desnudos, como peregrinos transeúntes
que sortearan afortunados la opacidad de la niebla.
Era... no regresar, delirante, a la instantánea viva
recubierto de ojos a su encuentro,
como una estrella naciente que pendiera del cuello
inmaculado del primer amor, y se encendiera en su presencia.
No era no volver a verse lo que me preocupaba,
guardar inmutable el verso no dicho a la esperanza de los labios,
renacer las promesas no cumplidas al esquivo viento,
o amasar solícito los segundos compartidos sin vértigo.
Era no ser yo mismo, si volvieramos a cruzar el aire,
mientras se descolgaran ahítas las estrellas
bajo mis párpados, que invisibles,
llamaran voz al aguacero.
No era no estar libre, lo que me preocupaba,
para dibujar de luna llena su interminable mirada,
dejar las manos hambrientas difuminarse hacia su sonrisa,
escalar el tiempo traicionero como cigüeñas dormidas
que en henchido vuelo malograran la ruta al dorado nido.
Era no reflejar la Libertad del cosmos infinito
aleteando en el amar de mi corazón hacia el lígero rostro
de lo imposible, acumulando
harina de muérdago en mis bolsillos.
No era envejecer lo que me preocupaba, haber andado sin el tú la vida,
abandonado la alborada al ocaso
en un puente de resbalosa piedra
que entumeciera la fe de mis huellas...
era no llegar, ¡no llegar! y decirle, en la cara
más amada, a la vida:
¡amor!, cuánto te quiso mi lejanía.
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*He añadido este video, que espero os guste...
... ciertamente, un buen ejercicio poético de Ventura. Orión
Gracias amigo. Mucho me dices, y yo te lo agradezco
Fuerte abrazo