Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:

Ramón Carballal escribió:La felicidad es un asunto volátil.

Se reconoce cuando ya ha pasado,
en el presente se desliza como el aire tibio,
un mundo en color.

Toda la felicidad se resume en un grito,
la voz frente al mar que espanta las olas
y mide la lejanía del horizonte
con ojos de desafío.

Yo no recuerdo haber sido feliz
sólo recuerdo el halo que el éxtasis deja en los cuerpos,
la materia de la luz dibujando mi piel,
la lluvia tórrida contra mi rostro
mientras la risa ahogaba el miedo.

Tampoco os recuerdo
-ni a ti, ni a mi, ni a nadie-
pues la vida tiene el don
de ir borrando las huellas
con las miserias del día
o el pasajero rubor
de una carcajada en tránsito.

No,
no esperes de mi
un álbum de fotos perpetuamente señalado,
ni las palabras que viajan hacia un ayer de fantasía,
ni el goce repetido de visitar el mismo pub
o aquellas plazas donde el amor se poso en la mirada,
ausente de sí
como un desliz
o un susurro
o una caricia
que frota los dedos de la luz.

La felicidad vive hoy en este poema
que la niega,
porque hablo de mi
y describo en el espejo sin azogue
su espectral lisura,
su densidad que ya no pesa
en mis horas de paz,
en mis horas blancas
inmunes al vaivén de su látigo.

Magistral! sencillamente, Ramón. ERA

Gerardo Mont escribió:Un poema bellísimo, inteligente, reflexivo, cercano, con el sello Carballal. No hay más que pedirle: completo además. Un lujo leerte, poeta. Un gran abrazo.

Pilar Morte escribió:Es cierto que lo que cuenta es la felicidad del presente, aunque ésta a veces viene condicionada por el pasado y la visión ( errónea) del futuro. Un poema con versos magníficos. Me gustó mucho
Besos
Pilar

Carmen Pla escribió:Eres un gran poeta, haces vibrar, emocionas, sientes, vislumbras las imágenes y el lector las hace suyas.
Por eso te admiro tanto.
Mi cariño y amistad.

Óscar Distéfano escribió:Una enseñanza a todo lujo de ese eterno sentimiento que le proporciona al hombre la fuerza para la pervivencia. Me ha gustado mucho leer este poema tuyo, amigo, porque encuentro una sólida tarea de composición poética.

Un abrazo.
Óscar

curra anguiano escribió:Querido Ramon, solo puedo estar decuerdo con Oscar y con ERA ... una maravilla poética con tema sensibilidad, fondo y magia. Eres un genio !!!!!

Mil besos y mil gracias

Curra

Josefa A. Sánchez escribió:La felicidad más allá de ella misma. Me ha gustado mucho este poema.
Un abrazo.
Pepa

Rafel Calle escribió:Muy bello poema de Ramón.

Ramón Carballal escribió:
La felicidad es un asunto volátil.

Se reconoce cuando ya ha pasado,

La felicidad vive hoy en este poema
que la niega,
porque hablo de mi
y describo en el espejo sin azogue
su espectral lisura,
su densidad que ya no pesa
en mis horas de paz,
en mis horas blancas
inmunes al vaivén de su látigo.

Ramón Carballal escribió:
Toda la felicidad se resume en un grito,
la voz frente al mar que espanta las olas
y mide la lejanía del horizonte
con ojos de desafío.

Yo no recuerdo haber sido feliz
sólo recuerdo el halo que el éxtasis deja en los cuerpos,
la materia de la luz dibujando mi piel,
la lluvia tórrida contra mi rostro
mientras la risa ahogaba el miedo.

*


La felicidad vive hoy en este poema
que la niega,
porque hablo de mi
y describo en el espejo sin azogue
su espectral lisura,
su densidad que ya no pesa
en mis horas de paz,
en mis horas blancas
inmunes al vaivén de su látigo.

Marisa Peral escribió:

Ramón Carballal escribió:
La felicidad es un asunto volátil.

Se reconoce cuando ya ha pasado,

La felicidad vive hoy en este poema
que la niega,
porque hablo de mi
y describo en el espejo sin azogue
su espectral lisura,
su densidad que ya no pesa
en mis horas de paz,
en mis horas blancas
inmunes al vaivén de su látigo.

Siempre es un placer leerte Ramón, y este poema no va a ser la excepción porque me parece precioso y su expresión lírica tiene una nota muy alta, y el ritmo, y el color de estos versos... todo el poema me gusta. Pero dejo estos versos exquisitos. Gracias por compartir.
Un abrazo.

Julio Gonzalez Alonso escribió:

Ramón Carballal escribió:
Toda la felicidad se resume en un grito,
la voz frente al mar que espanta las olas
y mide la lejanía del horizonte
con ojos de desafío.

Yo no recuerdo haber sido feliz
sólo recuerdo el halo que el éxtasis deja en los cuerpos,
la materia de la luz dibujando mi piel,
la lluvia tórrida contra mi rostro
mientras la risa ahogaba el miedo.

*


La felicidad vive hoy en este poema
que la niega,
porque hablo de mi
y describo en el espejo sin azogue
su espectral lisura,
su densidad que ya no pesa
en mis horas de paz,
en mis horas blancas
inmunes al vaivén de su látigo.

Toda la vida es agua que se nos escapa entre los dedos; la felicidad, también y también las desgracias. Creo que lo describes muy bien, Ramón.
Salud.