Editorial Alaire

Amigo Gabriel:

Ha sido toda una muy agradable sorpresa ver rescatado este poema de hace tres años. En su momento no fue muy leído y pensé que no gustaba el planteamiento general. La renuncia a toda idea de trascendencia y circunscribir la vida y la dicha de vivirla a hacerlo cada día con todos los sentidos y de la forma más natural posible es algo que choca con las creencias religiosas y sus presupuestos, por eso -pensé- tal vez no encajaba con los gustos generales. Ver este poema traído aquí me ha hecho mucha ilusión, pues sigue gustándome y no me desdigo en nada de lo planteado. Gracias.

Salud

Bello poema e interesante planteamiento, un gusto leerlo, Julio.
Saludos.

Ramón Carballal escribió:A mi tu poema me parece una definición perfecta del verdadero sentido de la vida. Excelentes versos, profundos y formalmente irreprochables. Enhorabuena y un abrazo.

Me congratula compartir contigo, Ramón, esta actitud ante la vida y su sentido. Del mismo modo valoro mucho la opinión que expresas sobre aspecto formal del poema, trabajado con ritmo acentual. Con un abrazo.
Salud

Julio González Alonso escribió:


Paisaje con árbol, flor y perro.



No sé cómo ahuyentan los perros
la idea
de la muerte, si a sus hocicos húmedos
les llega entre cientos de olores el aroma
dulce y espeso del final de sus días
y cierran los ojos
y entregan su aliento al último aire y así
se van de esta vida. Ni entiendo, tampoco,
cómo las flores se desprenden de sus pétalos
y entregan el muñón de sus tallos al olvido.
No comprendo a las personas que alientan sueños
de otra vida
más allá de esta suerte de finales cotidianos
que nos conducen a ese final irremediable
del final de este juego perdido de antemano.

Así que hoy quiero ser sólo
perro,

sólo flor,

y beber sonrisas de agua feliz en tu boca,

en tu piel dispuesta
al beso
acariciar la vida que nos toca
sin preguntar,

olfatear los aromas cotidianos,

dejar que los pétalos abandonen la corola
cuando han dado ya toda su luz
a las miradas.

Como árbol rumoroso se llevará el otoño las últimas
hojas, las más bellas
en efímero gesto

y así, desnudo de promesas por las agrietadas
ramas
que el aire envuelve
ser sólo paisaje

y que luego el silencio se arrope
en abrazo
de olvido

y de memoria.

Algo de Nihilista tristeza como si hablara la voz de la experiencia.
Pero yo soy de los pocos optimistas que aún quedan.
Es una enseñanza leerte siempre Julio. Uno aprende y eso se agradece.


Abrazos amigo


lázaro.

Me ha gustado este poema. Mi felicitación.
Saludos.

Julio, te confieso sinceramente, que este interesantísimo poema se me había pasado. Me parece una lúcida, valiente, y madura actitud ante la muerte, además desarrollada de manera magistral poéticamente hablando, con un lenguaje sencillo, hermoso y vital. La muerte y su negra dicha, quedan aquí derrotadas en tan llana aceptación. Creo que debería ser lectura obligada antes de enfrentarse a cualquier "tocho tratado" de teología y otros sucedáneos de insulsas eternidades.

¿Cómo va todo por Bilbao?

Un fuerte abrazo

Profundo poema con verdades duras y sentimientos a flor de piel. Enhorabuena amigo. Un abrazo

Mario Martínez escribió:Hola Julio.
Compruebo, amigo mío, que es un poema de hace tres años, pero para nada ha perdido su actualidad y su belleza, sigue siendo fresco y florido paisaje. Un abrazo.
Mario.

Amigo Mario, tengo que agradecer a Gabriel Vidal la ocasión de recuperar este poema y me alegra que, tras el paso del tiempo, te parezca que los versos siguen teniendo vigencia. Con un abrazo.
Salud

Vicente Fernández-Cortés escribió:Poema inmenso que pone de manifiesto la exquisita sensibilidad y el evidente oficio del poeta.
Siempre un placer, Julio, transitar tus versos.

Mi abrazo

Tus palabras me llenan de ánimo, Vicente. Muchas gracias por el tiempo que me regalas. Con un abrazo.
Salud

Un gusto leer este hermoso poema, Julio. Te felicito con un saludo.

Simón Vera escribió:Bello poema e interesante planteamiento, un gusto leerlo, Julio.
Saludos.

Encantado, Simón. El gusto y el placer son míos recibiendo tu comentario.
Salud.

Julio, todo un placer. El día se presenta inmejorable después de leer tan bella reivindicación de la vida. Mi enhorabuena.

lazaro Habana escribió:

Julio González Alonso escribió:


Paisaje con árbol, flor y perro.



No sé cómo ahuyentan los perros
la idea
de la muerte, si a sus hocicos húmedos
les llega entre cientos de olores el aroma
dulce y espeso del final de sus días
y cierran los ojos
y entregan su aliento al último aire y así
se van de esta vida. Ni entiendo, tampoco,
cómo las flores se desprenden de sus pétalos
y entregan el muñón de sus tallos al olvido.
No comprendo a las personas que alientan sueños
de otra vida
más allá de esta suerte de finales cotidianos
que nos conducen a ese final irremediable
del final de este juego perdido de antemano.

Así que hoy quiero ser sólo
perro,

sólo flor,

y beber sonrisas de agua feliz en tu boca,

en tu piel dispuesta
al beso
acariciar la vida que nos toca
sin preguntar,

olfatear los aromas cotidianos,

dejar que los pétalos abandonen la corola
cuando han dado ya toda su luz
a las miradas.

Como árbol rumoroso se llevará el otoño las últimas
hojas, las más bellas
en efímero gesto

y así, desnudo de promesas por las agrietadas
ramas
que el aire envuelve
ser sólo paisaje

y que luego el silencio se arrope
en abrazo
de olvido

y de memoria.

Algo de Nihilista tristeza como si hablara la voz de la experiencia.
Pero yo soy de los pocos optimistas que aún quedan.
Es una enseñanza leerte siempre Julio. Uno aprende y eso se agradece.


Abrazos amigo


lázaro.

Agradecido, Lázaro. Me alegra encontrar a alguien optimista con la que está cayendo. Con un abrazo.
Salud

Un mensaje vivo el que transmite tu poema...Vivir la vida y no vivir la muerte es lo importante, aun si hay algo más. Sin duda, el más allá compensará a los que mejor provecho sacaron a lo que tenían acá... Algo así enseña la parábola de los talentos... Además, de la riqueza del mensaje, la riqueza poética de tu pluma, eleva a gran altura tus escritos, poeta. Mis abrazos de amigo.

Un hermoso poema, está escrito desde una gran sensibilidad hacia los grandes enigmas. Mi felicitación, Julio, con un saludo.