Este poema está dedicado a Ana, ella me lo inspiró en su momento.
Le agradezco su generosidad. Necesitamos personas así en nuestra vida.
cruje la leña mis recuerdos
unos granos en la paella
se arremolinan
junto a los despojos del conejo
tomamos nombre
¡Sefarad!
pasado constructivo
el sudor de unos caracoles
siento que el tomillo es gleda
que se diluye se torna leve
sobre unas manos sin espinas
domestican la materia
un fuego manso
se mineraliza el tiempo
convirtiendo en oro
lo que escribe el almidón
la punzada del pimiento
la lírica del tomate
y el ajo del clero
símbolo de nuestro trance ibérico
ese olor profundo de anillo estival
que deja el pulso en un rito de toro
donde se va cocinando todo lo que somos...
humo para la nariz siguiente
armilo brotónEste es poma que se impregna en la memoria emocional, Arrmilo. Por todo cuanto dices desde su titulo, dedicatoria, cada verso mezcla la emoción precisa que y añade virtud a cuanto reúne en sensibilidad para todos nosotros. No me es desapercibido tu gran perspectiva de las cosas. Buen provecho! ERA
