Editorial Alaire

Óscar Distéfano escribió:Sentimientos puros. Me ha gustado leerte, amiga. Enhorabuena.

Un abrazo.
Óscar

Pilar Morte escribió:El sentimiento inunda tus versos y una realidad nueva se cierne en el futuro. Precioso poema.
Abrazos
Pilar

Ana Muela Sopeña escribió:Un poema lleno de fuerza, Amparo. Resurgimiento de las cenizas.

Duro es el desamor, pero el ser humano tiene la capacidad de resurgir tras la caída del desamor por llegar a relaciones absurdas con gran incomunicación o a la ruptura o por la pérdida de confianza por una falta de deslealtad o de infidelidad.

El ser humano remonta y vuelve a tomar la vida como un desafío. Esto lo viene haciendo desde que el mundo es mundo. Desde la prehistoria.

El poema es una declaración de intenciones que funciona como un mantra curativo. Se lee y se potencia la capacidad de supervivencia.

Me ha gustado mucho el planteamiento.

Un beso grande
Ana

Manuel Alonso escribió:Hermoso poema, me ha gustado mucho, un placer y un abrazo.

Amparo Checa escribió:Caída al presente, desde el cielo
cóncavo hoyo de tierra.
Retumba en mis oídos el eco
de la parada seca.
Se vuelan las vendas de mi cometa,
de noche siempre al viento.


He saltado del tren de mi viaje,
de la locomotora sin destino,
y ya sin raíles,
que no eran más que de carruseles de feria,
en tierra,
no eres más la de ayer
y jamás serás la de mañana.


He de dejar de comer la carroña de la muerta.
He de dejar de pintar paraísos para la que nunca existió.
He de empezar a vivir,
aquí
ahora.
He de dejar de mendigar amor.
He de abrazar el amor que ya me dan.
He de abrazar el amor que ya doy.


Hay tantos dictados para el ser
que creí no saber ser,
ni vivir,
y la niña perdida de nadie
sacó sus desiertos del bolsillo,
y el cielo estrellado deja
el suelo lleno de cristales.
Se revela a carcajadas la naturaleza,
- Písalos, descalza-
¿Quién no ha pasado la noche oscura
del sol naciente?
¿Quién no ha aprendido a nacer?

E. R. Aristy escribió:

Amparo Checa escribió:Caída al presente, desde el cielo
cóncavo hoyo de tierra.
Retumba en mis oídos el eco
de la parada seca.
Se vuelan las vendas de mi cometa,
de noche siempre al viento.


He saltado del tren de mi viaje,
de la locomotora sin destino,
y ya sin raíles,
que no eran más que de carruseles de feria,
en tierra,
no eres más la de ayer
y jamás serás la de mañana.


He de dejar de comer la carroña de la muerta.
He de dejar de pintar paraísos para la que nunca existió.
He de empezar a vivir,
aquí
ahora.
He de dejar de mendigar amor.
He de abrazar el amor que ya me dan.
He de abrazar el amor que ya doy.


Hay tantos dictados para el ser
que creí no saber ser,
ni vivir,
y la niña perdida de nadie
sacó sus desiertos del bolsillo,
y el cielo estrellado deja
el suelo lleno de cristales.
Se revela a carcajadas la naturaleza,
- Písalos, descalza-
¿Quién no ha pasado la noche oscura
del sol naciente?
¿Quién no ha aprendido a nacer?

Un poema a la posesión del Ser cuando uno se adueña de su tiempo. Hermoso y significativo. Te felicito, Amparo. ERA

Josefa A. Sánchez escribió:hacerse en el poema y darse. Me ha gustado leerte.
Un abrazo.
Pepa