Isabel Moncayo escribió:Me has recordado a Baudelaire, impactantes imágenes que no dejan a una indiferente,
Un abrazo.
Muchas gracias Isabel por tu generosidad.
Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Isabel Moncayo escribió:Me has recordado a Baudelaire, impactantes imágenes que no dejan a una indiferente,
Un abrazo.
Manuel Alonso escribió:Me ha gustado mucho amigo, un abrazo.
Rosa Marzal escribió:Un poema impactante que dibuja una paisaje desolador. Me ha gustado mucho, Raul.
Un abrazo.
E. R. Aristy escribió:Raul Muñoz escribió:Los escapularios tridimensionales seccionan mis últimas hojas.
En mi garganta soplan su muerte los tres dedos del aire,
convocando la gangrena de los muñones,
que ahora son las manos de nieve pura.
En la corteza de mi piel escupe una caterva de muertos,
llevan a sus hijos en bolsas de sangre coagulada
y los restriegan por mi rostro helado.
Con su mirada perdida me interrogan
y cuelgan sus bolsas de mis ramas.
A los pies de mi vergüenza orinan sus chorros de sangre
e imploran para que entierre a sus hijos en mi vientre.
Quieren reventar su dolor en mi boca
y derramar sus lamentos en el océano de mi vientre abisal.
En las profundidades buscan las raíces incandescentes,
la diarrea de la ira
con la que construir nuevos templos
donde puedan resucitar a sus dioses de barro.
Mientras ellos, ajenos a cualquier voluntad, devoran mi vientre,
-buscando sus diez mandamientos-
una niña limpia las babas de un cielo anciano
que no se resigna a morir,
y con furia caga a sus hijos.
En los hermosos palomares de la mierda
estalla el llanto de los recién nacidos.
Y las cigüeñas despliegan sus alas de humo,
sacudiendo mis ramas con efusivos aplausos,
abrazándose a la soledad de una muerte prematura.
Frente a mi engullen, sin ningún pudor, a sus hijos muertos
y derraman su mierda sobre mis ramas doradas;
celebran la pascua con lágrimas en sus ojos apagados.
La gente viva que ignora a los muertos, se acerca a mis ramas.
Allí cuelgan los regalos con sus velas y lanzan las monedas,
pidiendo un deseo:
Quisieran ver a Dios cagando sus soles.
Un poema para vomitar el veneno del mundo. Me conmueve su crudeza, su crueldad, su psicopática hambre. Te felicito, Raúl. ERA
Josefa A. Sánchez escribió:Arrojas los versos a la cara del mundo, como pedradas. Una propuesta impactante.
Un abrazo.
Pepa
Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo de Raul.
Gonzalo Martínez escribió:Amigo Raul, sobrecoge e impacta la lectura de tu poema, y como dice otra colega, no puedes quedar indiferente. Gracias por compartir tu talento poético, Raul, eres muy bueno y te felicito.Raul Muñoz escribió:.
Un fuerte abrazo
Gonzalo
Guillermo Cuesta escribió:Esta trabajada alquimia que mezcla las materias es capaz de romper con sus metáforas el tiempo y el espacio,
ya que el din y el don de la poesía sólo habla de dios algunas veces, pero dejando que la evolución recorra
su camino.
un saludo
También es cierto que hay un deseo de rendición, atravesar un umbral inasequible para establecer comunicación con los muertos. Así es, querido amigo; eso sentía, entre otras cosas al escribirlo. Me frustra y decepciona la vida entre los vivos, así es.Guillermo Cuesta escribió:Guillermo Cuesta escribió:Esta trabajada alquimia que mezcla las materias es capaz de romper con sus metáforas el tiempo y el espacio,
ya que el din y el don de la poesía sólo habla de dios algunas veces, pero dejando que la evolución recorra
su camino.
Las impactantes imágenes se han rendido. Sin fe y sin esperanza van a tientas po rlas claves sigilosas del idioma.
un saludo
Mitsy Grey escribió:Raul, siempre bajo el capote de lo surreal, nos sumerges en potentes imágenes oníricas tras las cuales, descargas todas las miserias e incredulidades emergentes de nuestro sistema sensible e inspirativo.
Un trabajo loable, poeta, sobre todo por el logrado esfuerzo de romper con todo vínculo racional, aunque
en parte, se intuya entre líneas, cierta carga emocional en los mensajes metafóricos.
Mi admiración y respeto a tu obra.
Un beso. Mitsy
Ana Muela Sopeña escribió:Imágenes impactantes. Parece el infierno. Y es que por muchas religiones que tengamos y por muchos dioses que gobiernen nuestro mundo es un infierno.
Enhorabuena por este poema tan tremendista que hace pensar, Raúl
Besos
Ana