Re: -ÁNGELA-
Publicado: Mar, 10 Sep 2024 12:49
Después de escribir mi poema “Secretos” recordé este relato de 1.999 que rescato hoy.
Marisa Peral escribió: ↑Lun, 06 Jul 2015 14:36
-ÁNGELA-
Como todos los días sonó el despertador a las siete de la mañana y Ángela se
levantó a duras penas, tras una de tantas noches de insomnio.
Miró por la ventana, todavía estaban encendidas las farolas de la calle, llovía
y hacía frío. Era otra mañana fría y solitaria, como casi todas en su vida.
Después de una ducha, se arregló, tomó un café y conectó su ordenador, comprobó
si tenía correo y ¡clic! ¡ahí estaba!
Hoooolaaaaa,
Estoy en Dusseldorf
Llego hoy a Barajas a las 9,45 en el vuelo IB3521, irás a buscarme ¿verdad?
Allí te espero.- No te enfades, ya, ya sé que llevas mucho tiempo sin noticias
mías, ya te contaré.
No me falles, te quiero. Pablo.
El correo electrónico era el único medio por el que de vez en cuando y en los
últimos dos años Ángela sabía dónde estaba Pablo y siempre sus mensajes eran
así, cortos y exigentes.
- ¡Maldita sea!, siempre me hace lo mismo, tendré que llamar al despacho y
cancelar las entrevistas que tenía esta mañana.
Habló con su secretaria y le pidió que intentase cambiar esas citas.
- Consigue cambiarlas como sea Rita, no puedo ir hoy, Pablo llega a Barajas a
las 9:45 y no sé qué planes tiene, como siempre. Te llamaré luego.
Durante el trayecto hacia el aeropuerto pensaba en Pablo y en lo que le hacía
sufrir permanentemente.
¿Cómo estará? pensaba.
Al verle, un escalofrío recorrió su espalda, estaba delgadísimo, esquelético.
Se abrazo a ella como antes, como cuando era un niño.
- ¿Estás bien Pablo?
- Sí, ahora sí, vamos a casa mamá.
Cuánto tiempo hacía que no la llamaba así, ahora estaba segura de que algo grave
pasaba.
- Cuéntame Pablo, para qué has vuelto, no me interpretes mal porque estoy
contenta de verte, pero quiero saber qué pasa.
Pablo callaba, no sabía por dónde empezar.
- ¿La has dejado? No sigues con ella ¿verdad?
- No Ángela, no es eso.
- ¿Qué es entonces?
- No sé, me he cansado de vagabundear, no tengo dinero ni trabajo y he pensado
que tú…. Que aquí, contigo.
- Pablo, tienes 26 años ¿has pensado ya qué quieres o qué puedes hacer?
- No puedo hacer nada, ya nada.
Ángela le observaba y se daba cuenta por momentos de lo que estaba ocurriendo.
- Tenemos que ir a un médico Pablo, no estás bien.
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Tumbado allí, en aquella cama de hospital, Pablo le decía a Ángela.
- Como has envejecido mamá y yo soy el culpable.
- No he querido ver tu sacrificio ni tu sufrimiento pero te quiero, te quiero
tanto y ahora ya es tarde.
- Pablo, olvida eso ahora, te pondrás bien.
- No mamá, ya no es hora de seguir con mentiras y hasta ahora sólo eso te había
contado, mentiras que tu tapabas y que al pasar del tiempo has pagado muy caro.
- Tu padre no hizo nada por entendernos, a ninguno de los dos.
- Recuerdo cuando era niño, aquella canción que me cantabas y me hacía dormir,
quiero volver a dormir como entonces.- Quiero acabar con esto mamá y una vez más
tú, solo tú puedes ayudarme.
- No puedo Pablo, sé que nunca la has dejado pero no me pidas eso ahora.
- Cómprala mamá, la más dura, una dosis fuerte acabará conmigo y dejaré de
sufrir. ¿Ves? mi egoísmo no tiene límites, incluso en mis últimos momentos sólo
pienso en mi.
Pablo le dijo donde tenía que ir.
Ángela salió del Hospital y cogió un taxi, tuvo que convencer al conductor para
que la llevase y esperase para volver y le costó bastante tiempo conseguirlo, a
los taxistas no les gusta ir a esos poblados marginales.
Cuando llegó de nuevo al hospital eran casi la 2 de la madrugada.
Se abrazaron y sin decir nada, aquella noche y después de mucho tiempo por fin
durmieron.
Ángela y Pablo emprendieron juntos su último vuelo.
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© MAR - Febrero 1.999
Pongo aquí este relato porque sé que necesita más de una y dos correcciones y lo dejo en vuestras manos.
Está escrito en 1999 coincidiendo con la muerte de Enrique Urquijo.
Espero vuestros comentarios.
Gracias por todo.