Editorial Alaire

Rafel Calle escribió:Dedicado a Fernando Mir (Palma de Mallorca, 1942/2015), cofrade de la Asociación Gastro-Cultural Tiberi.

De tenue luz postrado al sol que se ha dormido,
la sábana pulcrísima de un blanco moribundo,
del negro de hospital un pie en otro mundo.
Es tiempo de semilla y abono desalmado.

Bacanal de infortunio o el rito de un clavel,
el sabor amarillo del jardín más fecundo,
un aroma sin piel, la textura inframundo,
la flor es el rehén de un sol precipitado.

Desnudo el vegetal, ya pétalo de frío,
el ciclo de la flor se purga en su costumbre,
invierno de quimera, otoño desvalido
o estaciones de arsénico que vomitan gusanos.

Y el clavel ultrajado, el clavel no resiste
la absurda paradoja que le espera a la flor:
en tránsito casual, de estar viva perece.

Rafel Calle escribió:Dedicado a Fernando Mir (Palma de Mallorca, 1942/2015), cofrade de la Asociación Gastro-Cultural Tiberi.

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Rafel Calle escribió:Dedicado a Fernando Mir (Palma de Mallorca, 1942/2015), cofrade de la Asociación Gastro-Cultural Tiberi.

De tenue luz postrado al sol que se ha dormido,
la sábana pulcrísima de un blanco moribundo,
del negro de hospital un pie en otro mundo.
Es tiempo de semilla y abono desalmado.

Bacanal de infortunio o un rito de clavel,
el sabor amarillo del jardín más fecundo,
un aroma sin piel, la textura inframundo,
la flor es el rehén de un sol precipitado.

Desnudo el vegetal, ya pétalo de frío,
el ciclo de la flor se purga en su costumbre,
invierno de quimera, otoño desvalido
que se nutren de arsénico y vomitan gusanos.


De un murmullo tenaz que vertebra el silencio,
surge la paradoja que le espera al clavel:
en tránsito casual, de estar vivo perece.