Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió:Cuánta belleza se desprende de estas profundidades, querido Ventura. Es como emerger del onirismo salado y dulce de un océano muy sui generis, muy fértil si tú lo nombras.

Todo un placer de lectura; abrazo enorme y gracias por compartir.

Gracias Hallie, siempre. El mar es para mi, realmente, un todo, sobretodo y aún más, después de haberlo tenido un tiempo tan lejos. No puede dejar de estar pues, presente en lo que haga, ahora que lo he recuperado, hace ya casi un año.
Besos grandes

Amigo Ventura bello poema nos dejas. Tu visión del mar como un universo que nos cubre es un sueño en el que aparecen sentimientos de tu alma. Tal vez tu quisieras que fuera así nuestros existir: la lucha por la supervivencia reflejada en una persona arrojada al mar. Es posible que sea como expresas ya que bogamos sobre el cosmos y este se le parece. La vida nos mece al igual que las olas sobre un océano eterno( o infinito ante la vista), el destino.
Por otro lado es posible que estés mirando a través de una ventana y halles un complemento para tu corazón en aquellas aguas lastimeras.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz. Bordoy.

Ventura, un poema lleno de belleza y profundidad marina.

El lenguaje al servicio de los sentimientos.

Me ha gustado mucho
Enhorabuena
Un beso
Ana

Muy bello poema de Ventura.

Josefa A. Sánchez escribió:Un poema-ola que te arrolla con la fuerza de los versos. El mar es una constante en tu poética y me gusta que así sea. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Pepa. Me ha encantado eso de poema-ola. Tienes razón, siempre esta presente el mar. Me alegra que te guste esto, y las palabras que aquí me dejas.
Besos grandes

Juan Cruz Bordoy escribió:Amigo Ventura bello poema nos dejas. Tu visión del mar como un universo que nos cubre es un sueño en el que aparecen sentimientos de tu alma. Tal vez tu quisieras que fuera así nuestros existir: la lucha por la supervivencia reflejada en una persona arrojada al mar. Es posible que sea como expresas ya que bogamos sobre el cosmos y este se le parece. La vida nos mece al igual que las olas sobre un océano eterno( o infinito ante la vista), el destino.
Por otro lado es posible que estés mirando a través de una ventana y halles un complemento para tu corazón en aquellas aguas lastimeras.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz. Bordoy.

Muchas gracias Juan por tu preciosa sensibilidad, que aquí me dejas...Llegar al mar, dejar la vista en su superficie, en el ritmo de las olas, en su fuerza...venir con aquello que pese, y dejarlo ir poco a poco a su fondo, desprenderse de aquello que sobra, dejando en la orilla la memoria del reencuentro. Para mi las aguas son siempre sanadoras, querido amigo, y volver al mar, es tomar consciencia del mundo, de lo eterno, y lo poco que en realidad pesan, ciertas cuestiones, que las olas pueden llevarse, tal y como vinieron.
Abrazo fuerte

Me gusta mucho, Ventura. Me gusta cómo utilizas toda la artillería existente sobre el mar. Sólo hay un par de versos a los que no he conseguido encontrar sentido:

afilado albur que perfora
la mina de mi garganta - él tan fiero,
pero anfibia- y apaga su ardor en grito,

"él tan fiero" se refiere me imagino al afilado albur, "anfibia" ¿lo usas como forma verbal?

Un abrazo.

...






Ya ves. Dirás
que todo es por las olas, pero las olas
son el todo… Un todo
que es mi nada
deshilachándose
fugitiva, errante en espumas,
hipérbole de un mar que a mi nombre exhala
por azucarado, mientras apresa,
negra, la encarnación de sus letras,
y las hunde en su oscuro fondo, inconsciente
submarino , precipitando sus lastres opíparos,
hacia su desbocado vacío,
inacabado,
de estrellas ciegas,
de adjetivos abisales, corales
pero esqueletos, fosforescentes sus colmillos,
afilado albur que perfora
la mina de mi garganta - él tan fiero,
pero anfibia- y apaga su ardor en grito,
y al corazón anegado filtra
algas de la derrota
que va eyaculando al olvido,
dejando a la memoria
lo que el viento posó en sus orillas.

Y es de olas, con las olas
sonando, a lo lejos,
tan cerca,
...............................por siempre
renovado.

.
.
.[/quote]


El mar guarda semillas idóneas. En cualquier momento emerge desde su olvido el recuerdo y la recreación de nuestros valores eternos. Me ha maravillado el ímpetu y altura de las olas que suenan lejos, tan cerca...porque es ese mar interior- Te felicito, Ventura. ERA

Ana Muela Sopeña escribió:Ventura, un poema lleno de belleza y profundidad marina.

El lenguaje al servicio de los sentimientos.

Me ha gustado mucho
Enhorabuena
Un beso
Ana

Gracias Ana, querida amiga, no sabes lo que me gusta tenerte presente en mis cosas y estar especielmente en contacto.
Un beso grande

Rafel Calle escribió:Muy bello poema de Ventura.

Muchas gracias, amigo Rafel. Siempre un privilegio contar con tu palabra y tu paso
Abrazos

Pablo Ibáñez escribió:Me gusta mucho, Ventura. Me gusta cómo utilizas toda la artillería existente sobre el mar. Sólo hay un par de versos a los que no he conseguido encontrar sentido:

afilado albur que perfora
la mina de mi garganta - él tan fiero,
pero anfibia- y apaga su ardor en grito,

"él tan fiero" se refiere me imagino al afilado albur, "anfibia" ¿lo usas como forma verbal?

Un abrazo.

Gracias Pablo! Ya sabes lo que me gusta esto de entrar dentro de los poemas, te lo agradezco siempre.
Te cuento lo que quería expresar...a ver si lo he conseguido...
La idea era la de la inmersión. Una inmersión, digamos del alma, en el mar. Sentarse enfrente del mar, creo, tiene un efecto embriagador. Tomar conciencia de ciertas cosas que nombré ya en otros comentarios, como la eternidad y, a la vez, lo efímero de nuestra vida, la fuerza de la naturaleza, las cosas importantes...
En ese proceso de inmersión, imaginaba el mar prestándose a recibir las cargas que tenemos, para dejarlas reposar en su inmenso "vacío", un vacío donde la vida desaparece, donde las criaturas que lo habitan toman formas grotescas y aterradoras...un vacío que parece estar hecho para descargar, junto con esa visión, nuestros propios miedos e inquietudes...
Imaginé un grito, un grito que el mar pudiera tragarse, un grito que viniera desde nuestro más profundo interior (la mina de mi garganta). Un grito que nos arrastra al fondo, pero que al mismo tiempo, podría hacernos "reflotar" por la fuerza de nuestro instinto, ese carácter "anfibio" del alma (la garganta que grita, sería el alma), que puede llegar al vacío para salir de vuelta a la superficie...el alma, la garganta, pueden así navergar y recorrer el mar y la tierra...
Esto, más o menos...abrazos fuertes colega

Hermoso poema, escrito con elegancia y sensibilidad. Mi felicitación y un abrazo.