Editorial Alaire

Rafel Calle escribió:Excelente trabajo, querido amigo Julio.
En las arenas del mar, en la región de los barcos, en la espuma volitiva de los peces y las rocas. Del humano.
Ha sido un placer. Felicidades.
Te mando un fuerte abrazo.

Por cierto, no puedes faltar a la reunión de Málaga. Tenemos que entregarte el diploma del concurso de Alaire y un regalo que equivalga a tu renuncia al premio que tenías que recibir en metálico. Compréndelo, no podemos hacer distinciones, todos los vencedores del certamen virtual de Alaire tienen que recibir su premio.

Amigo Rafael, gracias por las elogiosas palabras dedicadas a este poema de barcos cargados de travesias de años.

En lo referente a la reunión de Málaga te diré que no has podido resultar más persuasivo: ya tengo la habitación y el vuelo reservados. Me hará ilusión recibir el diploma, pero la ilusión mayor será, sin duda, poder conocer, saludar, dar un abrazo y escuchar poemas y conversaciones en la propia voz de sus autores. Lo del premio espero que se entienda bien, pues pareciéndome un premio en metálico muy interesante ya te expliqué las razones de mi renuncia, que hubiera preferido no se hiciera pública según te indiqué, y el respeto al derecho de cada concursante a recibir el premio íntegro tal y como figura en las mismas bases del concurso. Es más, amenazo... con que si vuelvo a ganar tal vez no renuncie de nuevo, je,je,je...

No va más, sino pedir excusas a quienes debo una respuesta a sus comentarios por haber alterado el orden de agradecimientos. Y con todo, un fuerte abrazo.

Salud.

Toda la composición me gusta muchos. Desde el aspecto visual, hasta el uso de esta enorme metáfora. Hundidos, los barcos aún así siempre quedará flotando alguna astilla que nos recuerde cuando navegaban. Hermosos versos Julio, un abrazo.

José Manuel Sáinz escribió:Parece un hermoso poema de recuerdos y tal vez, como no, de amor, envuelto en una suave metáfora marina. He dicho un poema... pero a mi me han parecido tres, ya que se pueden leer por separado los versos de babor, los de etribor y todos juntos a la vez, como quizás has pretendido.
Original en su forma y excelente en su fondo. Subamos a la superficie este bello barco de letras... antes de que el tiempo y los lectores lo convirtamos en un pecio hundido.
Un abrazo amigo.
J. manuel

Como apuntas con acierto y confirmas en tu siguiente comentario, se pueden leer hasta tres poemas desvencijados por babor y estribor -no se me había ocurrido el símil marinero- de cada barco hundido en las travesías que hacen las estaciones de los años y la vida. Gracias por tu intención de reflotar literariamente en el foro este barco. Un abrazo.

Salud.

Ramón Carballal escribió:Ya es toda una metáfora asociar los barcos hundidos con el amor. Partiendo de esa imagen has desarrollado un magnífico poema. Me gusta especialmente la estructura que le has dado. Un abrazo.

Gracias, Ramón, y disculpa el desorden que llevo en las respuestas al tema. Lo de la estructura, intentando algo parecido a un barco en una especie de poema visual, pues es sólo eso, un tímido intento. Me hace ilusión que lo valores.

Salud.

Alonso de Molina escribió:el verano como excusa perfecta
para la esperanza

me gustó esa primera imagen
de los metales que arden, poesía que no se extingue

un abrazo querido Julio

.

Gracias, Alonso, por tus letras al lado de estos barcos que intentaron todas las derrotas.

Salud.

Santiago Redondo Vega escribió:Te llenan los barcos Julio las cuadernas de los versos. Y es que marca la tierra. Pero marca allí donde nos encontremos ya sea tierra adentro o a la orilla de la Ría. Por eso amar donde se nace pero sin exclusiones, porque también se ama donde se vive, y hasta donde se muere. Para acabar siendo simplemente polvo o pecio de barcos hundidos de nuestras estaciones, de nuestra vida.

La poesía, la palabra visual, el ojo poético.

Un poema, cinco metáforas, cuatro estaciones y un par de pecios: El humano y el poético.

Un abrazo Julio.

Santiago Redondo Vega.

Así es, Santiago; nos nutrimos de la vida que nos rodea allí donde nos toca la vida, y la hacemos chopo, nevero o barco. Gracias por tus siempre atentas y bellas palabras.
Salud.

Alejandra Goerne escribió:Toda la composición me gusta mucho. Desde el aspecto visual, hasta el uso de esta enorme metáfora. Hundidos los barcos, aún así siempre quedará flotando alguna astilla que nos recuerde cuando navegaban. Hermosos versos Julio, un abrazo.

Amiga Alejandra, ¡qué bellas palabras en tu comentario! Te lo agradezco mucho.
Salud.