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Curra, muchas gracias por tu solidaridad y cariño para mis humildes cosas.curra anguiano escribió:Se acabó. Se acabó vivir a oscuras
esperando que tu voz abra unos ojos
que se negaron a mirar
más allá de tu figura.
casi diría, que tu poema hace el amor con la vida
y entrega su etéreo ser ....
Q grande eres
Gracias
Curra
Miguel Ángel, te agradezco mucho tu generosidad y cercanía.Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Magnífico poema, querida amiga Hallei, con versos muy sugerentes y de gran profundidad y valor.
El final, ese alearse en vuestra sed, me ha parecido genial.
Mi enhorabuena.
Fuerte abrazo.
Muchas gracias por tu huella siempre valiosa, Ramón.Ramón Carballal escribió:Excelente, Hallie. Un abrazo.
Muchas gracias por estar, querida poeta.Pilar Morte escribió:Buen poema, Hallie. Me gustó leerte
Besos
Pilar
José Manuel, muchas gracias por tu paso generoso y tu atención.José Manuel F. Febles escribió:Excelente poema. Un sincero abrazo.
José Manuel F.Febles
Hallie Hernández Alfaro escribió:.
...eran la insolencia del calor,
sus muslos blancos,
el tetrix enamorado.
.
Óscar Bartolomé Poy escribió:Lo de "tetrix enamorado" me ha parecido muy original. Superpones un reloj en la misma esfera ocular, con un iris fragmentado en minutero y segundero. Esa "levedad divisoria del trece" da que pensar.
Un fuerte abrazo, Hallie.
Tus palabras hermosísimas son un honor para mi humilde trabajo.Ventura Ramos López escribió:La espera apasionada, los segundos como promesa, el misterio del encuentro se enriquece de palabras de prórroga, expectativa que inunda el abrirse hacia el mundo y ser torrente de los sentidos en versos, en ebullición ardiente y augurio.
Que placer es leerte Hallie.
Un beso grande
Mi querida Mirta, sos pura generosidad y cariño. Muchas, pero muchas gracias, por tu valiosa presencia en mis cosas.MIRTA ELENA TESSIO escribió:Hallie Hernández Alfaro, Gracias poeta, tu fina pluma se desliza. Siento
que te abres a los tiempos y compartes con la vida lo que tienes dentro.
Mis respetos, y mi abrazo sincero.
Desde mi humilde mirada, allá, en mi Argentina.
Mil gracias por tu visión más que generosa, querido amigo.Manuel Alonso escribió:Hallie, me ha gustado mucho, y el final es impactante. Un placer amiga leerte y un abrazo muy fuerte.
Raul Muñoz escribió:Interesante y sugerente, Hallie. ¿Qué papel cumplen las manecillas del reloj? A ellas apunta nuestra mirada, pero ellas, ¿alrededor de qué orbitan? Todas estas cuestiones, que giran alrededor de la cuestión filosófica del tiempo, creo que las aborda tu precioso poema. Por lo menos esto me sugirió a mí.
En todo caso, ha sido un placer leerte.
Un fuerte abrazo.
LUIS MARIÑO escribió:Hallie Hernández Alfaro escribió:.
...eran la insolencia del calor,
sus muslos blancos,
el tetrix enamorado.
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Un poema precioso de una sensibilidad y calidad metafórica realmente notables.
Siempre es un verdadero placer leerte, querida amiga. Mis felicitaciones y abrazo.
Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Manecillas luminosas que todo lo podían.
Horadaban fechas para crear infinitud en la esperanza,
besaban la levedad divisoria del trece y el vacío,
curaban cualquier daño residual;
parecían un ardid convincente
en tu ausencia los domingos nublados.
Resbalaban alucinadas
para anidar en la vida de tus palmas;
eran la insolencia del calor,
sus muslos blancos,
el tetrix enamorado.
Solían reincidir en péndulos ciegos, sordos, húmedos
y marcar en cada hora tu alma lamiendo mis versos
con la certeza de abrigar el mismo aire.
Manecillas sabias que todo lo podrán,
niego la furia del ocaso
para alearme en vuestra sed.
.
Es un lujo leerte, amiga Hallie, mi felicitación sincera y admirada.Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Manecillas luminosas que todo lo podían.
Horadaban fechas para crear infinitud en la esperanza,
besaban la levedad divisoria del trece y el vacío,
curaban cualquier daño residual;
parecían un ardid convincente
en tu ausencia los domingos nublados.
Resbalaban alucinadas
para anidar en la vida de tus palmas;
eran la insolencia del calor,
sus muslos blancos,
el tetrix enamorado.
Solían reincidir en péndulos ciegos, sordos, húmedos
y marcar en cada hora tu alma lamiendo mis versos
con la certeza de abrigar el mismo aire.
Manecillas sabias que todo lo podrán,
niego la furia del ocaso
para alearme en vuestra sed.
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