El pozo

[Marius Gabureanu]

Un animal que intenta hasta el final volverse invertebrado


Busqué este verso, será mi refugio para esta noche.

Es un poema colosal, pero tú ya lo sabías. Mis abrazos sinceros y felicitaciones, Carlos.

[Macedonio Tracel]

"Fuera de aquí hay truenos
rezagados y todo se dobla
hasta envolverme
y ser blanco."

Como bien dices en el escolio, una obra nunca se acaba, y ésta que aquí nos presentas desafía a las arenas del tiempo, a la nieve y al frío. Es como un deshielo, vasta y prolija ensoñación.

Un abrazo, Macedonio.

Muchas gracias, tu comentario fue muy cuidadoso con el poema. un abrazo

[Marius Gabureanu]

De mis favoritos. Muchos abrazos, Carlos, querido amigo.

[Ignacio Mincholed]

Felicidades, Macedonio.

Por la visión, por el entendimiento, por la pulcra escritura de tu poética convertida en un brillante poema. Aprecio esta serena intelectualidad que ofreces. Pasajes de hondas propuestas, uno tras otro, impecables.

Un abrazo agradecido.
Ignacio

[F. Enrique]

No se puede decir otra cosa, empezaría diciendo que he realizado una inmersión en este largo e intenso poema en el que parece que te has retado a ti mismo como indicas en el comentario que añades. Las sensaciones se mantienen en toda la extensión, logras avivar el interés y llevas a buen puerto un proyecto difícil e intrincado. Enhorabuena, Macedonio, volveré a leer tu poema.

Un abrazo.

[Óscar Distéfano]

Hay muchos detalles que aplaudir de tu poema, estimado Macedonio; pero, lo más valioso para mí es la resolución firme de contender con tu poeta, de lanzarte con coraje en las aguas rebeldes de la intuición y de la poesía pura. Tus hallazgos son la prueba de tu triunfo. Te felicito.

Un abrazo de amistad.
Óscar

[Ventura Morón]

Un amigo que se echa de menos. Para el disfrute de todos, y esperando que sus poemas sigan llegando.
Abrazos Macedonio

[Marius Gabureanu]

Sí. Tu poesía siempre escandalosa, en el sentido de que se atreve mucho más que a dibujar sentimientos, Volver a leerte, en esta noche de viernes, cuando el viento no silba ausencias. Mis abrazos, Carlos.