Just arrived in town

[Óscar Distéfano]

Me ha gustado leer este poema tuyo, compañero. Siempre me convencen los poemas que son urdidos en la imaginación de los detalles sobre la real realidad. Felices fiestas.

Un abrazo fraterno.
Óscar

[E. R. Aristy]

Apenas llego a la ciudad
y me pregunto, señora,
dónde se sitúa el bufé de los relámpagos,
dónde el crepúsculo extiende su reminiscencia
sin nombrar aves, sin causar daño al recuerdo.

Vine a dejar mi testamento escrito sobre la piedra,
vine a probar el musgo de muchachas
y gastarme los ahorros de culpa
así, no más.
He sido camarero de los dioses, he recibido propina de abandono,
es verdad, ya tengo herencia
y mi lengua articula una frase
que pone en marcha a los bueyes
... conoce a la ley que encarcela la nieve.

La mañana arroja su brillo que nos somete al espejo de los tiburones
en esa orilla de la crueldad
donde las cremas del tiempo
sirven para broncearnos de envidia
y es natural, es próximo, casi nos toca.

He subido la colina
y veo, señora, que usted también
anda arrugada y con bolsas de metáfora
robadas a los gnomos.
Estaban en rebaja, dices
y miras para el otro lado,
hacia la boca de metro, donde hay carteles que prohiben la entrada
a los ángeles.

Tranquila, que yo no sé usar las escaleras mecánicas.
Sé navegar por los estuarios de la venganza, señora.
¿Es usted abogado? ¿ Y por qué no me lo ha dicho antes?
Escriba, pues, arranca una pluma de mi espalda, si no tienes lápiz.
A ver qué idioma inventa la noche
para dejarme inmerso en el asfalto.
A ver si los senos de la oscuridad
pueden con tantas bocas de poeta.

Bravo, Marius, un poema magnifico. Un gran place,ERA

[Luis M]

Arriba con esta joya poética.

[Ramón Castro Méndez]

[quote="Marius Gabureanu"]Apenas llego a la ciudad
y me pregunto, señora,
dónde se sitúa el bufé de los relámpagos,
dónde el crepúsculo extiende su reminiscencia
sin nombrar aves, sin causar daño al recuerdo.

Vine a dejar mi testamento escrito sobre la piedra,
vine a probar el musgo de muchachas
y gastarme los ahorros de culpa
así, no más.
He sido camarero de los dioses, he recibido propina de abandono,
es verdad, ya tengo herencia
y mi lengua articula una frase
que pone en marcha a los bueyes
... conoce a la ley que encarcela la nieve.

La mañana arroja su brillo que nos somete al espejo de los tiburones
en esa orilla de la crueldad
donde las cremas del tiempo
sirven para broncearnos de envidia
y es natural, es próximo, casi nos toca.

He subido la colina
y veo, señora, que usted también
anda arrugada y con bolsas de metáfora
robadas a los gnomos.
Estaban en rebaja, dices
y miras para el otro lado,
hacia la boca de metro, donde hay carteles que prohiben la entrada
a los ángeles.

Tranquila, que yo no sé usar las escaleras mecánicas.
Sé navegar por los estuarios de la venganza, señora.
¿Es usted abogado? ¿ Y por qué no me lo ha dicho antes?
Escriba, pues, arranca una pluma de mi espalda, si no tienes lápiz.
A ver qué idioma inventa la noche
para dejarme inmerso en el asfalto.
A ver si los senos de la oscuridad
pueden con tantas bocas de poeta.[/quote y ]


Me ha gustado mucho el poema. Es como una pequeña crónica de lo cotidiano. Me gusta la espontaneidad y el derroche de imaginación y empeño... hasta me has sacado una sonrisa (las bolsas de metáfora que estaban de rebaja). Mi felicitación.
Abrazos.

[Guillermo Cumar.]

Qué bonito y conveniente el viaje tuyo a la diversidad secreta en la que se aposenta gratificantemente la poesía
que te caracteriza.

un abrazo

[Luis M]

Vuelvo a este genial poema. Un abrazo, querido amigo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Ahí estás tú, amigo Marius!! dejando la impronta del genio en este sitio de poesía.
La verdad es que se te echaba mucho de menos.

Un fuerte abrazo.

[Marius Gabureanu]

Queridos amigos y amigas, muchas gracias por dejar huella en este espacio, que lo considero mi casa y mi refugio que ojalá nunca se pierda. Miles de abrazos sinceros, para compartir.