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Re: Elisa

Publicado: Mar, 10 Mar 2015 22:30
por Raul Muñoz
Antonio Justel escribió:
Raul Muñoz escribió:Sus blancas manos sostienen el panal,
la compacta cera que derrama la savia.



De su rostro sagrado gotea la luz.
Es sólo una niña: la dulce Elisa.



Las abejas danzan con alegría,
libando de su boca y oídos
la edad blanda de la inocencia.



Desde su insondable calma,
la bondad contempla el horror.



Elisa nos mira con cierta compasión,
sus labios son nuestra dulce miel:



El alimento de los dioses, enajenados,
que fenecen en un barro callado.




... lindo poema, Raúl, lindo; luce esa percepción de dandodr e inocencia que se cita como la luz-manantial de vida en el poema; y no es para menos, compañero, no es para menos; que Elisa nos siga iluminando versos de este calibre; mis saludos; Orión


Gracias, Antonio, por tus generosas palabras. Me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo.

re: Elisa

Publicado: Mié, 11 Mar 2015 18:50
por José Manuel Sáiz
Es unpoema agridulce. La belleza del mismo se enroca con un vago sentimiento de tristeza, por la pérdida de algo etéreo y liviano. Es bueno que la poesía deje estos posos, sino, no sería poesía.
Un fuerte abrazo, Raúl
J. Manuel

Re: Elisa

Publicado: Jue, 12 Mar 2015 0:35
por E. R. Aristy
Raul Muñoz escribió:Sus blancas manos sostienen el panal,
la compacta cera que derrama la savia.



De su rostro sagrado gotea la luz.
Es sólo una niña: la dulce Elisa.



Las abejas danzan con alegría,
libando de su boca y oídos
la edad blanda de la inocencia.



Desde su insondable calma,
la bondad contempla el horror.



Elisa nos mira con cierta compasión,
sus labios son nuestra dulce miel:



El alimento de los dioses, enajenados,
que fenecen en un barro callado.





Ninguno de esos dioses posee el entrañable poder del niño. Maravilloso poema, Raúl. Abrazos, ERA

Re: re: Elisa

Publicado: Mié, 18 Mar 2015 0:26
por Raul Muñoz
José Manuel Sáiz escribió:Es unpoema agridulce. La belleza del mismo se enroca con un vago sentimiento de tristeza, por la pérdida de algo etéreo y liviano. Es bueno que la poesía deje estos posos, sino, no sería poesía.
Un fuerte abrazo, Raúl
J. Manuel


Muchas gracias, José Manuel, por dejarme tu apreciación. Me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo.

Re: Elisa

Publicado: Mié, 18 Mar 2015 0:30
por Raul Muñoz
E. R. Aristy escribió:
Raul Muñoz escribió:Sus blancas manos sostienen el panal,
la compacta cera que derrama la savia.



De su rostro sagrado gotea la luz.
Es sólo una niña: la dulce Elisa.



Las abejas danzan con alegría,
libando de su boca y oídos
la edad blanda de la inocencia.



Desde su insondable calma,
la bondad contempla el horror.



Elisa nos mira con cierta compasión,
sus labios son nuestra dulce miel:



El alimento de los dioses, enajenados,
que fenecen en un barro callado.





Ninguno de esos dioses posee el entrañable poder del niño. Maravilloso poema, Raúl. Abrazos, ERA


Así es ERA, la plena vida está en la inocencia. Me alegro de que te haya gustado, siempre es un placer contar con tu lectura.

Un abrazo, amiga.

Publicado: Mié, 18 Mar 2015 4:42
por curra anguiano
Desde su insondable calma,
la bondad contempla el horror.


Elisa nos mira con cierta compasión,
sus labios son nuestra dulce miel:

que maravilla !!!
tierna elisa

Besos

Curra

re: Elisa

Publicado: Mié, 18 Mar 2015 17:13
por Óscar Distéfano
Quizás esta sea la Elisa que nos habita. Un poema hermoso, original, que nos muestra un contraste doloroso de la realidad. Enhorabuena.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 5:03
por Raul Muñoz
curra anguiano escribió:Desde su insondable calma,
la bondad contempla el horror.


Elisa nos mira con cierta compasión,
sus labios son nuestra dulce miel:

que maravilla !!!
tierna elisa

Besos

Curra



Gracias Curra, me alegro de que te haya gustado.

Un abrazo, amiga.

Re: re: Elisa

Publicado: Lun, 06 Abr 2015 5:05
por Raul Muñoz
Óscar Distéfano escribió:Quizás esta sea la Elisa que nos habita. Un poema hermoso, original, que nos muestra un contraste doloroso de la realidad. Enhorabuena.

Un abrazo, amigo.
Óscar


He querido retratar a la inocencia con su aureola de belleza, Óscar, creo que has captado muy bien la sensación. Muchas gracias por tu generosidad.

Un abrazo, amigo.