--------María José Honguero Lucas escribió:Ha llegado la hora del invierno sin vistas,
de las luces pequeñas,
de susurros lejanos que esconden en sus músculos
la tirantez del mármol,
del minuto sin péndulo
donde el camino empieza a disgregarse
en esquirlas de pájaro proscrito.
Ha venido de un golpe,
como amor quinceañero encrespado en el vértigo
o tormenta de agosto,
remendando con su hielo las grietas más profundas,
postergando el sentido y construyendo
una cárcel de párpados donde esconder el sol.
Ya no existirá más piel con que atravesar el tiempo,
no habrá más espejos donde adivinarse,
no más compás en un latido
ni palabras que destrozar a medias.
Ha venido a quedarse entre tu ropa,
a impregnar
con su olor de marea las cuencas de tus manos,
a arrastrarte con su cauce hasta ese olvido
donde la voz queda huérfana de escuchas.
Te quiero tanto aún, mientras yaces inerte
a un centímetro escaso de tu esencia,
que ha llegado la hora y el alma
se me vuela con esa golondrina
que asoma, girándula, en tu boca.
Ya no existirá más piel con que atravesar el tiempo,
no habrá más espejos donde adivinarse,
no más compás en un latido
ni palabras que destrozar a medias.
Una progresión estrepitosa, un ritmo frenético, y un final que me ha dejado a medio centímetro de tú esencia.
Gracias MªJosé por compartirlo, es francamente bueno.