Quinteño de Greda escribió:
Se cayó del nido
en la madrugada,
recogí su cuerpo
justo a la mañana,
mas, sigue con vida
su gemela hermana
en el frío nido
que no calentaba
su amorosa madre
la que fue cazada
por una escopeta
que le disparaba.
La acogí en mis brazos
la llevé a mi casa
la torcaz de suerte
de paloma brava.
Le salvé la vida
para que volara
por un cielo libre
con sus libres alas.
Pasaron los días
como las semanas
y la recogida
de la triste rama,
es ave bravía
muy enamorada
de un galán palomo
con pico de plata.
Sus nobles cortejos
de amorosa danza
lo van celebrando
allá en la montaña,
y se bañan luego
cuando están cansadas
en la fuente fresca
donde nace mansa.
De sus amoríos
mi paloma franca
un nido construye
junto a mi ventana,
con brizna y ramitas
como una muralla.
Puso sus dos huevos
llenos de esperanza,
y su fiel palomo
con tierna mirada
con maíz y trigo
él la alimentaba.
En la nueva luna
al rayar el alba,
de los blancos huevos
de su yema y clara,
vitelos de vida
en dura batalla
abriendo camino
la joven pollada.
La madre paloma
ya sus rojas patas
sobre los nacidos
con amor levanta,
y a partir de ahora
pronto a su llamada,
nacidas palomas
ellas son cebadas.
Qué grata poesía! Un placer leerte Quinteño. ERA