Carmen López escribió:Allá van mis versos
esgrimidos, esparcidos,
repartidos en legítima defensa,
para dejar constancia y por escrito,
sírvanse decir a bocajarro
y sin ningún tipo de reserva,
la incoherencia que me causa
la condición intrascendente de la vida,
la indolencia de la raza humana,
en que nadie mira —fijamente
y a los ojos— a su destino,
en que las palabras juegan siempre
a juegos de palabras,
en que el que más habla
siempre es el más silente.
Es algo claro, exacto,
metafóricamente sobreentendido
y matemáticamente probado,
que todo junto se escribe separado
y separado se escribe todo junto,
por qué lo difícil es hacer lo sencillo,
por qué aún no tengo fuerzas para rendirme,
por qué, nunca, nunca se cumple
y por qué, siempre, siempre termina,
por qué si nadie es igual a nadie
todos somos iguales,
por qué cualquier día es bueno
para tener un mal día,
por qué me afano tanto en guardar tu presencia
si de ti y de mí, y de este tuétano oculto,
sólo quedarán los huesos.
Carmen, bravo, nos regalas un poema reflexivo, de crítica social, inteligente, con una pizca de humor, de ironía que pone en claro tus grandes observaciones, tu brillante política. Te felicito, ERA