Ventura Morón escribió:...
Un rayo de sol hiberna en su sombra.
Se desliza el viento entre sus escamas
afilando sus dientes. Crecen jazmines marchitos
en su corazón de piedra, deshojándose en su embestida,
evaporándose su piel en nubes tóxicas, infestando
el vientre ovalado de un mundo inocente,
filtrando su herencia, inexistente. Suelas limpias
en sus plantas ocultas de rancio barro, van ahuecando las semillas
que son ya solo injerto. Caen briznas en duelo,
estrellándose en tromba de ojos cristalinos los incautos,
mientras los contempla desde su trono de hierro tan frío. No mires, nada
es lo que parece. Un juego de reflejos fatuos
en turgentes ascuas, llameando intereses ficticios,
diseminando un arsenal de huevos de falacias en la pulpa
aún fresca, tornando su carnaza en veneno. Ríen las larvas
desflorando con sus mandíbulas la dermis
demasiado fina, que recubre los huertos del sosiego. Su avance caníbal
va desmembrando la rabia entre olivos secos.
Y yo, trovador de ecologías celestes, sin pesticidas
para su plaga de mentiras.
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Toda tu poética es una pura sinestesia, me encanta Ventura.
Y me gusta mucho ese trovador de eclogías.
Un placer seguirte, querido amigo.
Besos