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re: La bestia
Publicado: Mié, 31 Dic 2014 19:04
por Pilar Morte
Parece que la bestia no impide la secuencia del camino. Un placer, me gusta leerte.
Besos
Pilar
Publicado: Sab, 03 Ene 2015 0:35
por Bruno Laja
Pilar, la vida no impide la vida, yo mismo lo olvido muchas veces. A mí me gusta mucho lo que has dicho. Besos.
Publicado: Sab, 03 Ene 2015 1:25
por Luis M
Muy de vez en cuando se encuentran poemas que tras su lectura uno enmudece...y no sabe absolutamente que decir; y eso mismo me ha pasado con el tuyo. Me limitaré a decir, con toda sinceridad, que no es nada habitual leer algo tan hermoso, intenso, y en el que da la impresión de que no sobra ni falta ni una sola coma... Magnífico de principio a fin.
Me encantó, Bruno. Mi sincera felicitación, compañero.
Un abrazo y muy Feliz Año!
Publicado: Sab, 03 Ene 2015 19:16
por Bruno Laja
Luis, gracias por tu amable presencia.Recibe un fuerte abrazo.
Publicado: Lun, 05 Ene 2015 7:40
por Rafel Calle
Arriba con este hermoso, inteligente e interesante poema de Bruno.
Publicado: Mar, 06 Ene 2015 0:44
por Bruno Laja
Rafel, gracias por el gesto, por la consideración. Abrazos.
Publicado: Mar, 06 Ene 2015 6:42
por Manuel Alonso
Me ha gustado mucho amigo Bruno, tiene un ritmo escalofriante, es un placer, un abrazo.
Re: La bestia
Publicado: Mié, 20 Jul 2016 23:16
por Ventura Morón
Hay poemas por los que merece volver a pasar muchas veces.
Abrazos Bruno
Re: La bestia
Publicado: Jue, 21 Jul 2016 1:25
por Ana Muela Sopeña
Un poema muy profundo, Bruno. La bestia está en el corazón humano y es tan fuerte como la luz que nos habita.
La Tierra no tiene ningún problema. La Tierra sabe regenerarse sola y hará lo que sea para seguir viva y armónica. El problema lo tenemos los humanos que destrozamos nuestro hogar y al final no tendremos ni agua ni aire para subsistir.
Tu poema es un grito que debe ser escuchado...
Felicitaciones
Un abrazo
Ana
Re: La bestia
Publicado: Jue, 21 Jul 2016 17:18
por Ramón Castro Méndez
Bruno Laja escribió:Amanece. La tierra es ajena, la hice contigo, la hiciste conmigo. Enterrados,
cuando la luz no había tocado a la luz, y todas las bestias eran un diente clavado en la envoltura del sol.
La tierra es ajena, acabamos de verla; nuestras preguntas
desaparecieron en ella, deformadas por las ondas de nuestros ombligos
colocados en posición de duelo.
Sí, hicimos la tierra, nuestra tierra ajena,
y sirve para cantar, para meter un dedo en el ojo de la canción
y pincharse con una legión de dientes
y llorar y no llorar mientras se avanza y se señala cualquier parte,
donde está toda la tierra y se dice
aquí, aquí mismo estuve, estuviste,
donde está la bestia, desde donde todo crece.
Pero no se puede decir, ven, tumbémonos a descansar.
O todo se morirá.
Un poema extraordinario, con esa fe que, a veces, muestran los desgarros. Mi enhorabuena.
Abrazos.