Poema 24

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy buen poema amigo Benjamín, rebosante de pasión que enfría lentamente en profundidad cual roca plútonica; nos enseñas en él tu lado más imaginativo, ese dónde el verso calla más lo que quiere decir y se hace puro símbolo.

Ya sabes de mi gusto por este tipo de alternativa poética.

Un fuerte abrazo dese Galicia.

[Lourdes Spin]

*


Benjamin, la poesîa que te brota, no sôlo llega a la proximidad de los ojos. Gracias por lo que nos ofreces. Detenerme es vivir con intensidad tu lenguaje poético, que es, de verdad, una maravilla.

Un abrazo fuerte

Spin

[Benjamín León]

Muchas gracias, Ferreiro, por tu palabra, por acercarte con aprecio a estos versos, al poema. Un gusto tener tu visita.

Mi abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Raúl Castillo]

Benjamin, aqui se respira poesia hermano. Se observa al poeta labrando con cada palabra percepciones duraderas, cinceladas en imagenes bien cimentadas y cuidadosamente desarrolladas. Todo un acierto de poetica. Un placer leerte POETA.

Abrazos.

[Benjamín León]

Muchas gracias querida Lourdes por tu lectura, por tu aprecio y amistad constante en mi palabra.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Benjamín León]

Gracias amigo Castillo por tu palabra, por la cercanía de tu voz y tu lectura. Un gusto tu visita.

Abrazos hasta Puerto Rico, Benjamín.

[Norma Duch]

Benjamín León,

Querido Benjamín,
he leido este poema varias veces, te lo he comentado antes también, y regreso, porque tiene un magnetismo especial...
Ese primer verso... "Decaiga en tu blancura el peso de la edad y así me nombres."
abre las fronteras... desata la fuerza de la palabra... es magistral. Bueno... todo el poema lo es.
Es un lujo leerte, compatriota.

Mis abrazos,
Norma

[Alberto Batania]

Un hombre puede hundirse en los racimos,
callar su cuerpo con el barro, saber dónde la paz desata el fuego;
pero arribar al corazón,
a sus fractales o balanzas, quién,
qué tenebroso río puede fraguar sus tropas
y hallarse en el probable del amor, la atribulada luz.


Encuentro todo el poema de un rigor, una belleza y una hondura grandes, pero vuelvo a insistir en violar el todo que aquí tan bien funciona y te destaco estos versos.

Hasta pronto.

[Benjamín León]

Querida Norma, te agradezco la valoración que haces a mi poema, tu palabra y el aprecio. Un gusto tu lectura.

Mi abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Benjamín León]

Gracias, Batania, por acercarte con aprecio a mi poema, un gusto tener tu lectura y tu visión del mismo.

Un abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.

[Antonio Justel]

Decaiga en tu blancura el peso de la edad y así me nombres.
No sean sino párpados sin luz,
raíces de un lugar del universo ya marchito que ausenta el corazón
los muertos de tu patria. Tenga piedad la tierra,
los cementerios fríos en la sangre
y las retinas que la lluvia inscribe
de mi pobreza ya sin alas.
Un hombre puede hundirse en los racimos,
callar su cuerpo con el barro, saber dónde la paz desata el fuego;
pero arribar al corazón,
a sus fractales o balanzas, quién,
qué tenebroso río puede fraguar sus tropas
y hallarse en el probable del amor, la atribulada luz.
De todo aquello que es la carne, de su silencio y de su hondura,
sean tus años sangre indivisible,
el peso del amor bajo su abismo,
el fuego o la oquedad tras la función de la materia,
el ruido y su pronombre.

... leo tu "Poema 24", amigo, y sigo tu huella, la escruto, la destilo, la hago mía por un instante y, conm permiso, succiono un poquito de néctar; saludos, amigo; Orión

[Benjamín León]

Gracias, Orión, un gusto encontrarte en este poema, en estas letras y en mi intento. Un gusto tu visita.

Mi abrazo fraterno desde Chile, Benjamín.