Editorial Alaire

¡Maltrato cero!

¡Maltrato cero!. Hasta que este grito deje de ser necesario.
Un abrazo.
Pepa

Impresionante querido Victor, solo te diré que se pueden sentir los golpes y el dolor !!! eres un genio !!

Mil besos y mil gracias

Curra

Sincera y acertada crítica a esa lacra social que ha olvidado el respeto que nos debemos los unos a las otras
para el bienestar de todos.

un abrazo

Rafael, el poema trata un problema que es muy importante.

Estoy de acuerdo con Virginia y con Mirta.

La soluciones no son lineales.

Porque detrás de el problema hay otras consideraciones como por ejemplo la economía, la imagen pública, la educación de los hijos.

Problemas que no deben minimizarse.

Cuando una mujer es independiente en todos los aspectos generalmente no aguanta estas situaciones mucho tiempo, pero a veces la mujer no trabaja fuera de casa o acaba de tener un hijo o aguantar significa que los hijos pueda ir a la universidad y no aguantar que tengan que ponerse a trabajar sin terminar su formación académica.

El maltrato físico es uno, pero el maltrato emocional otro. A veces van mezclados.

Tampoco hay que olvidar que a veces el maltrato no es unidireccional sino bidireccional. Es decir, que hay una guerra declarada entre ambos miembros de la pareja. Él maltrata a ella y ella maltrata a él. Batalla constante. Por ello las cosas no son lineales en absoluto.

Un fuerte abrazo
Ana