Editorial Alaire

Manuel Sánchez escribió:Mucha potencia poética en este escrito.
Por ejemplo:
"kilómetros de pan en las manos de los pobres"
una alegoría limpia, clara, afortunada.
O:" La inmadurez del silencio reúne en mi lengua
cosas tan corrientes que me apena ser mortal."

Me ha gustado mucho. Un gusto su lectura.

Rafel Calle escribió:Muy bello, ingenioso y evocador trabajo, amiga Daniela, trufado de versos con altura semántica y un lirismo de gran calado.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Por cierto, también quisiera felicitarte por tu labor en la página de Alaire en Face book.
Abrazos, colega.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Daniela: lo he leído muchas veces; es una joya, lo siento como una aportación al bagaje de poesía de la humanidad. No me extrañará que haga cátedra en la literatura próxima y que sea baluarte para las generaciones que habrán de leerte. Un orgullo también que esté en argentino, en ese lenguaje tan fuerte y bueno que defiende por sí mismo, cualquier emoción lírica nacida o por nacer.

De pie para la ovación.

Abrazo y felicidad.

Alberto Chicharro Vilches escribió:Precioso poema, Daniela, pleno de lirismo y con un sobresaliente discurso.
Sinceramente, me ha encantado.
Un placer leerte.
Alberto

E. R. Aristy escribió:

Daniela Miño escribió:[RIGHT]Vos me querías santa,
carmelita,
que hiciera té y lavara los vasos.
Vos me quisiste amasando canelones
tomando amargos y jugando Scrabble.

Demasiado puta para escuela de monjas,
demasiado monja para escuela de putas.[/RIGHT]Me aniquilo,
con el rubor constante en la parafina que destila una palabra,
-pecado-
seductora como el brillo de la espuma torneando tus labios.

Pecame,
vos que sabés hacer maíz del campo enrarecido
que cultivás arañas en el tinglado
que luego son noches huérfanas y poemas miopes,
kilómetros de pan en las manos de los pobres.

Vestime:
ruido
carroza
arrumaco.

Hay un rumor in fraganti que me agobia
que se vuelve origami,
barquilla,
zarzamora,
anida en el espejo que secuestra la escalera
muerde las uñas de moños preescolares
y vive en mí,
como cualquier ángulo favorito a punto de asumir.

La inmadurez del silencio reúne en mi lengua
cosas tan corrientes que me apena ser mortal.

Y yo me entrego porque no sé de más suspenso,
resuelvo en mis tramas, cenizas y salmos.

Ya todo se desmoronará a la hora de latir.

Es un tema muy real no solo en las culturas latinoamericanas, pero en general, la sexualidad de la mujer empezando por el mito de la virginidad, se ve sujeta a una moralidad de conveniencia y claro a un machismo intransigente. La inmadurez no es ideológica, es mas bien un lastre de viejas emociones arraigadas en las culturas. Tus imágenes apuntan a esa opresión, claro que se vive pese a cualquier opresión y de ahí se desprenden obras de arte como este valioso poema porque el Arte se atreve a revelar el cuadro emocional que se vive dentro de CUALQUIER sistema de creencia. Un placer enorme leerte, Daniela. Abrazos, ERA

F. Enrique escribió:Me sorprende y muy positivamente tu poema, Daniela, la trasgresión tiene un riesgo del que sale incólume y conserva la frescura y la capacidad de llamar la atención en el buen sentido, y dentro de esta brillantez queda sitio para la ternura.

Un abrazo.

Manuel Alonso escribió:Daniela, te felicito por el poema, es extraordinario, y contiene versos precisos, hermosos. Ha sido un placer leerte. Un fuerte abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Un placer volver a este enorme poema.

Abrazos.