La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Pilar Morte escribió:Las voces de los niños, la blancura,
sinceridad de juego en su boca,
llegan como enredadera,
llenando el aire de savia.
Las voces de los niños ya no son mi espejo,
pero me gusta oírlas, sentirme en su burbuja
en esta tarde tibia.
Siento su luz en mis ojos
dibujando el iris de nostalgia,
y gotas de rocío
humedeciendo el pozo de mi cráneo.
Cómo vienen los ecos en veneros celestes
abrigados en risas del pasado;
traen en cada gesto un movimiento veloz
de vértebras
y las plazas marcadas en colores.
No hay fragilidad en su risa
sólo sonido franco
y gotas plenas de placer.
Hoy siento su fuerza antigua
y la impotencia que da el tiempo.
Lejos quedó el día que el reloj marcó
la hora de la huida
y me hizo arrinconar el sonido de su palabra.
Oh! Pilar qué poderosa y bella realidad la de los niños, todos los niños, incluyendo a los que vam
os envejeciendo. Maravillosa cacofonia. Un beso, ERA
Pilar Morte escribió:Las voces de los niños, la blancura,
sinceridad de juego en su boca,
llegan como enredadera,
llenando el aire de savia.
Las voces de los niños ya no son mi espejo,
pero me gusta oírlas, sentirme en su burbuja
en esta tarde tibia.
Siento su luz en mis ojos
dibujando el iris de nostalgia,
y gotas de rocío
humedeciendo el pozo de mi cráneo.
Cómo vienen los ecos en veneros celestes
abrigados en risas del pasado;
traen en cada gesto un movimiento veloz
de vértebras
y las plazas marcadas en colores.
No hay fragilidad en su risa
sólo sonido franco
y gotas plenas de placer.
Hoy siento su fuerza antigua
y la impotencia que da el tiempo.
Lejos quedó el día que el reloj marcó
la hora de la huida
y me hizo arrinconar el sonido de su palabra.
Oh! Pilar qué poderosa y bella realidad la de los niños, todos los niños, incluyendo a los que vam
os envejeciendo. Maravillosa cacofonia. Un beso, ERA