Editorial Alaire

Pilar Morte escribió:Precioso poema, Daniela. Un gozo deslizarse por tus versos
Abrazos
Pilar

Ronald Bonilla escribió:Muy buen poema que destila un corte existencial en ese coloquio con un tú, vago, huidizo, abrazos

Macedonio Tracel escribió:me imagino este poema tuyo visto desde arriba, después de leerlo lo miro como si las palabras oscilaran como la huella de un equilibrista avanzando mientras lo escribe. lo releo y concuerdo con esa imagen. siempre es un gusto

Guillermo Cuesta escribió:Ritmo y cohesión para que la partida termine a tu favor a pesr
del esfuerzo y los sudores que la palabra impone en el exclusivo
juego de la decidida introspección.

un abrazo

Josefa A. Sánchez escribió:A veces tenemos que jugar con las cartas que nos tocan, aunque sepamos que el otro tiene mejor juego y que vamos de farol. Me ha gustado el poema.
Un abrazo.
Pepa

javierdicenzo80 escribió:Todo el poema parece profético es excelente tu obra, un nivel literario impresionante, digno de ser publicado en cualquier libro de España, es un verdadero honor tenerte en este foro, ojalá que podamos subir todos el nivel y lograr el sueño de Rafel ser publicados en las máximas editoriales, un placer pasar por tu obra.
javier

Óscar Distéfano escribió:Me resulta uno de esos poemas enigmáticos muy agradables de leer, porque trasmite ideas esenciales sobre nuestro ser, nos presenta imágenes impactantes, un lenguaje inusitado, y la certeza de su inagotable contenido. Mis aplausos.

Abrazos, amiga.
Óscar

Rafel Calle escribió:Muy bello poema de Daniela.

Daniela Miño escribió:

-¿Dónde vas?
-Voy al borde de mí, donde me espera un abrazo.

Para latir necesito revolverte,
buscarte en las intersecciones paralelas,
en cada sílaba muerta en el pie de la escalera:
geometrizarte,
inundarte de renglones y armonías insaboras.

Me siento en la jocosa rotonda,
en la punta está el diablo.
Como siempre tengo manos pero están adeptas a algo más,
han creado una religión
entre mi lúdico embrollo y tu revuelta.

Tiro la ronda,
no es buena,
no me gustan estas cartas.

Hay ojos que desnudos se parecen a vos,
hay siluetas que se parecen a vos,
todo lo ingrávido se te parece.

Miro la acaudalada gracia que ronronea en los tobillos:
te prefiero así,
sombra y duelo.

Te convengo así,
trastornada en el corazón de los zumbidos,
bohemia,
selvática.

Tiro la ronda,
conjugo las voces abióticas,
el eje preciso,
las grietas de invierno.

Todo muere igual,
todo menos ese diez.

E. R. Aristy escribió:

Daniela Miño escribió:

-¿Dónde vas?
-Voy al borde de mí, donde me espera un abrazo.

Para latir necesito revolverte,
buscarte en las intersecciones paralelas,
en cada sílaba muerta en el pie de la escalera:
geometrizarte,
inundarte de renglones y armonías insaboras.

Me siento en la jocosa rotonda,
en la punta está el diablo.
Como siempre tengo manos pero están adeptas a algo más,
han creado una religión
entre mi lúdico embrollo y tu revuelta.

Tiro la ronda,
no es buena,
no me gustan estas cartas.

Hay ojos que desnudos se parecen a vos,
hay siluetas que se parecen a vos,
todo lo ingrávido se te parece.

Miro la acaudalada gracia que ronronea en los tobillos:
te prefiero así,
sombra y duelo.

Te convengo así,
trastornada en el corazón de los zumbidos,
bohemia,
selvática.

Tiro la ronda,
conjugo las voces abióticas,
el eje preciso,
las grietas de invierno.

Todo muere igual,
todo menos ese diez.

Me gusta mucho este poema a ti misma, Daniela. La total aceptacion del yo en todas sus expresiones. Extraordinario poema. Recibe un fuerte abrazo, ERA

Carmen Pla escribió:Precioso poema, Daniela, me gusta el significado nuevo de las expresiones empleadas.
Todo un placer leerte.
Abrazos