Carmen López escribió:Hoy, los ojos sin mirada de la noche,
ciegos están de mirar la oscuridad que brilla,
y se derraman sus ríos secos en mi herida.
Recuerdan ,con rigor, haber pisado el terciopelo
con el pie desnudo y desatento gesto,
llenarse de sed las venas,
vaciarse de sal con celo,
oler el tibio olor de los tilos.
Húmedo desorden que sólo ordena el deseo
donde florecer o morir debajo de su peso,
sentir las frías gotas de rocío en las pestañas
recorrer entre risas la espalda de un escalofrío,
conocer suavemente el secreto insondable del aire
en el cuerpo mil veces navegado del amante.
El entristecido corazón, tropieza a oscuras,
quisiera oír, nuevamente, la alegría del poema
pero, todas las palabras han caducado
o han sido vertidas en una bruma vieja
en la que no vibra el viento, sólo el vacío,
como aquel poema extraviado y náufrago
flotando en islas solitarias.
... hoy, Carmen, estoy de suerte, pues que he encontrado perlas por doquier; qué espléndido poema éste, amiga; uno a veces no tiene las palabras justas o adecuadas para expresarse con precisión; por tanto, me callaré y seguiré vislumbrando en el aire todo cuanto nos has contado a lo largo del poema; un abrazo, amiga; Orión
