Editorial Alaire

Jerónimo Muñoz escribió:Los cuatro hombres que evocas, (aguja, émbolo, pincel y lápiz), reales o ficticios, se encuentran suavemente reflejados en este bello poema de desconsuelo ante las carencias que los años imponen. Has trabajado sutilmente las metáforas, has empleado un lenguaje, no solo emotivo, sino difícilmente igualable en cuanto a la delicadeza e ingenio de sus expresiones y has logrado convertir las insuficiencias en poesía pulcra y preciosa.
Me encantó esta lectura.
Abrazos.
Jerónimo

Rafel Calle escribió:Es más cierto sentir entre las deficiencias del olvido,
que buscar la razón del ímpetu cansado.

Qué lejos cuando dibujar solía
subir revoluciones al borde del colapso,
qué lejos el poder del lápiz siempre en ristre,
ahora en rebelión de su grafito laxo.

Qué lejos los motivos combustibles,
extintas formas de volcán y nudos,
qué lejos la inyección de arietes y explosiones.
El hoy es la torpeza de un émbolo confuso.

Qué lejos, qué difícil enhebrar
la aguja por el ojo de un hierro cabizbajo.
Aguja, émbolo, pincel y lápiz,
su orgullo ya es herencia del pasado.