Liz Barrio. escribió:Dios sueña algunas veces.
El susurro de un abrazo lo pone feliz y la alegría
se le derrite por dentro, como un trago de miel y leche
como un pensamiento de infancia a la luz de una vela.
Es evidente que los buenos recuerdos viven con Él
que le iluminan el rostro y le pintan sonrisas del mar
y su espuma, de canción de cuna, de comidas frugales
en las mañanas tibias.
Tiene la sonrisa diáfana mientras reposa
y abre la boca sólo para desvanecer un vestigio
de pesadilla apresada en su aliento.
Sueña y sabe que sueña, duerme y reza
cuando yo rezo.
Dios reposa, sueña, sonríe, siente...
y despierta.
Genial poema, felicidades, un saludo.