La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Minona McEwen escribió:
Tus versos evocan en mí el final de la inocencia, la llamada del exterior, de la realidad, que transforma esa visión directa y sin condicionamiento en la locura cotidiana que nos aleja de nosostros mismos. Profundos versos y gran poema.
Saludos.
Buen análisis de cómo empezamos a volvernos locos. Un saludo
Minona McEwen escribió:Tras los muros de tu corazón
vive el gusano transformado
que derrocha luz
en las noches solitarias e insomnes.
Con un golpeteo de nudillos ensangrentados,
hay quien pretende romperlo,
y luego, ya sabes,
vendrá la locura
con las alas del color de un mar enfurecido.
Ya sabes que chocarás con las ventanas cerradas
de tu delirio, esas
que abrías cuando eras niño.
Ya sabes que cuando la noche te deje ciego
tu grito, el último
será un eco en la habitación donde has de morir
aplastado como un insecto.
Loco
Y en soledad.
Así murió Nietsche. Quizá así muera yo. Interesante poema al fatalismo,Minona. Abrazos, ERA
Minona McEwen escribió:Tras los muros de tu corazón
vive el gusano transformado
que derrocha luz
en las noches solitarias e insomnes.
Con un golpeteo de nudillos ensangrentados,
hay quien pretende romperlo,
y luego, ya sabes, vendrá la locura
con las alas del color de un mar enfurecido.
Ya sabes que chocarás con las ventanas cerradas
de tu delirio, esas
que abrías cuando eras niño. Ya sabes que cuando la noche te deje ciego
tu grito, el último
será un eco en la habitación donde has de morir
aplastado como un insecto.
Loco
Y en soledad.
Es terrible la lucidez con que te acercas al mundo convulso de la locura. Pasas sobre sus aristas afiladas y nos desvistes de adornos y distracciones. Lo peor, la soledad gritando.
Salud.
Carmen López escribió:Un placer, Margarita, todos tenemos algo de ese loco, aunque venga la noche y nos deje ciegos, que decididamente lo hará. Fue un placer leerte.
Un abrazo.
Carmen
Gracias Carmen, espero que el momento en que la noche nos deje ciego sea dentro de muchos años. Y poder seguir disfrutando de la locura de la poesía. Un saludo.
Minona McEwen escribió:Tras los muros de tu corazón
vive el gusano transformado
que derrocha luz
en las noches solitarias e insomnes.
Con un golpeteo de nudillos ensangrentados,
hay quien pretende romperlo,
y luego, ya sabes,
vendrá la locura
con las alas del color de un mar enfurecido.
Ya sabes que chocarás con las ventanas cerradas
de tu delirio, esas
que abrías cuando eras niño.
Ya sabes que cuando la noche te deje ciego
tu grito, el último
será un eco en la habitación donde has de morir
aplastado como un insecto.
Loco
Y en soledad.
Así murió Nietsche. Quizá así muera yo. Interesante poema al fatalismo,Minona. Abrazos, ERA
Esperemos que no mueras de ninguna de las maneras. Gracias por tu lectura. Un saludo.
Minona McEwen escribió:Tras los muros de tu corazón
vive el gusano transformado
que derrocha luz
en las noches solitarias e insomnes.
Con un golpeteo de nudillos ensangrentados,
hay quien pretende romperlo,
y luego, ya sabes, vendrá la locura
con las alas del color de un mar enfurecido.
Ya sabes que chocarás con las ventanas cerradas
de tu delirio, esas
que abrías cuando eras niño. Ya sabes que cuando la noche te deje ciego
tu grito, el último
será un eco en la habitación donde has de morir
aplastado como un insecto.
Loco
Y en soledad.
Es terrible la lucidez con que te acercas al mundo convulso de la locura. Pasas sobre sus aristas afiladas y nos desvistes de adornos y distracciones. Lo peor, la soledad gritando.
Salud.
Gracias Julio por dejar tu comentario y tu compañía. Un saludo.