Editorial Alaire

Hallie Hernández Alfaro escribió:Pilar, que grande es la Poesía. En estos versos tuyos hay mundos importantes donde reflejarse, hacerse, iniciarse. Todos esos pueblos que han quedado sin jóvenes y con mayores nostálgicos y expectantes, el largo trayecto de los que osan alcanzar las fronteras para una vida más digna, los que despiden con los ojos en lágrima sin saber cuando volverá una señal, un aviso, un beso.

Gracias por tu sensibilidad y tus buenas letras, querida.

Beso grande.

Begoña Egüen escribió:

Pilar Morte escribió:Fueron cientos,
ahora cuatro pies recorren la sierra
mientras unos almendros enmudecen de flores
y aroma dulce.

Los hijos extendieron la distancia
y abrazaron a sus padres en un adiós temprano,
ellos tenían otra razón de vivir.

También los padres mueren,
llevando el frío de la soledad y amor a su tierra.

Bajo recuerdos de infancia, que brincaron arroyos y collados desnudos,
despueblan los contornos de sus campos,
estallando en nostalgia
de calles que crecieron con canciones y risas.

Ahora los aleros se hunden con sus nidos,
no resisten la nada,
y una melancolía sombría
llueve sobre los cerros y los valles.

La luna guarda las noches,
la luz extiende su silencio.

Escucha cómo se oye la voz que quedó en el aire
y cómo asoman los fantasmas que custodian las últimas piedras.

Muy bello, tu sensorial poema, querida amiga, Pilar.
Un beso.
BEGOÑA.

Guillermo Cuesta escribió:La muerte, la noche y el silencio son sinónimos poéticos que
se han dibujado en tu sentir y quedan grabados en tu pluma
para revivir, amanecer y comunicarse.

un abrazo

Gabriel Vidal escribió:Hola Pilar

Me ha encantado tu poema


Ahora los aleros se hunden con sus nidos,
no resisten la nada,
y una melancolía sombría
llueve sobre los cerros y los valles.

La luna guarda las noches,
la luz extiende su silencio.

Escucha cómo se oye la voz que quedó en el aire
y cómo asoman los fantasmas
que custodian las últimas piedras.