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Gracias, Pilar por tu generosidad, sin duda tu afecto me juega en casa.Pilar Morte escribió:Qué bien se te ve y se te siente en este poema, cómo recorre el tiempo tus decires inquietos.
Preciosos versos que aplaudo.
Abrazos
Pilar
Muchas gracias, Luis, por tan amable comentario con lo mío. El que escribe muy bien eres tú, así que me tomo tu comentario como un tremendo halago. Te agradezco tu presencia y tiempo de lectura.Luis Oroz escribió:Precioso Poema, compañera, que abarca toda esa desesperación que va más allá de lo no pronunciable.
Cuando las palabras no alcanzan es, posiblemente, cuando la Poesía entra en escena. Por eso este Poema se levanta y grita su silencio, asume esa derrota que a todos nos arrolla. Ese saber que nada es suficiente.
Escribes muy bien, Carmen.
Un abrazote.
Guillermo Cuesta escribió:Para gozar de inspiración es necesaria la tranquilidad de espíritu y pluma.
No desesperes, que todo llega. Acaricia al gato y a la soledad y déjalos que
se inmiscuyan en tus silencios.
Me introduje en tu poema, y comprendí tu poético sentir desesperado, amiga.
un abrazo
Muchas gracias, ERA por pasarte por las cosas que yo escribo, por tu tiempo y tu estimable presencia.E. R. Aristy escribió:Carmen López escribió:No puedo terminar este poema,
en un gesto suicida
la tinta no me quiere obedecer,
con un halo mecánico
el papel se arruga cuando escribo,
me desespera como un lienzo blanco.
Me levanto y me sirvo otra taza de café
que sueñe mis decires,
se me acerca el gato para que lo acaricie
esperando una ternura,
me descalzo y pierdo una zapatilla,
me rasco con la mano las costillas,
paseo la otra en mi cabeza,
desde la cocina se escuchan mis suspiros,
en voz baja, maldigo,
no, no puedo terminar este poema,
no aguanta -en el silencio- que te piense,
yo quisiera escribir tus ojos,
yo quisiera escribir tu nuca,
quisiera escribir la forma de tus manos,
cualquier paisaje de tu piel,
recoger el aire diminuto de tus cejas,
cualquier memoria menuda que me sirva,
apelar a cualquier lirismo,
pero, no puedo terminar este poema,
no se deja,
es un silencio grande, elocuente, desmesurado,
este folio blanco que incluye despedidas.
Precioso Carmen, me encantó : «yo quisiera escribir tus ojos...», quizá es no solo «inagotable» el poema, pero, inalcanzable. En eso precisamente es que es poesía. Abrazos, ERA