Editorial Alaire

Estimado Enrique, mi placer es doble, ya que desde el título he ido a buscar tu poema con avidez. Baelo Claudia, en la bellísima playa de Bolonia es un lugar que pertenece a mis recuerdos, a mi niñez y a ahora. Quería compartir este pequeño detalle contigo. Y la segunda parte viene al leer tu poema exquisito, rotundo, donde la crudeza parece mecida,quizás por ese viento local capaz de esparcer el pensamiento y llevarse todo.
Un fuerte abrazo

Es para mí una satisfacción contar con tu comentario, Ferreiro, podría haber enlazado con lo que es tu inspiración cuando escribes en gallego. Un lugar muy querido para mí y de los que más conozco aunque algo lejos de Cádiz, el lugar donde se es feliz y Algeciras. Curiosamente nos dirigíamos a Cádiz a enfrentarnos con lo terrible. Baelo Claudia es un sueño de la Roma antigua, donde se preparaba el garum de atún rojo el más apreciado en la capital de la República y el Imperio.

Un abrazo.

He cambiado el nombre del poema, por la significación de un lugar que nunca pisé pero que muchas veces parábamos el coche solo para contemplarlo, me recordaba una parte de mi ciudad por lo de la almadraba y la pesca del atún. Una vez estuvimos más de una hora porque cortaron el tráfico para permitir una peregrinación. Sí, Baelo Claudia, la ensenada de Bolonia, forma parte de mi historia sentimental.

Te agradezco tu elogioso comentario. Hay poemas que se forjan en los acontecimientos más tristes, han pasado muchos años y sigue aquí para representar lo que se sintió en un momento, pasábamos por Baelo y se me vino a la mente las veces que, a pocos metros, la contemplabamos.

Un abrazo.

Gracias, Marius, es un poema muy sentido y que me une para siempre a la costa gaditana, tan parecida en la flora, la fauna, la cultura y la historia a la de mi ciudad.

Un abrazo.

Es muy habitual, Pepa, que tenga que darte las gracias y, sin duda alguna, las mereces. Poema espontáneo, de cuando apenas cuidaba las formas, hoy me sorprende que hiciera rimar unos pocos versos y que dejara sueltos la mayoría. Por lo que me mostráis no me lo tenéis muy en cuenta y valoráis los sentimientos que muestra por encima de esto otro. Por mi parte he acabado por ver un cierto atractivo en esos versos rimados al final de cada estrofa.

Un abrazo.

Gracias, Arturo, encuentro muy profundo el análisis que haces en tu comentario, el momento era importante y la reflexión sobre la vida y la muerte se exigía por las circunstancias. Cuando hablo de la lluvia lo hago de algo que ocurría y que vino a añadir más tristeza si cabe.

Un abrazo.

Tú estabas muy cansada
para poder escucharme,
para arrancar las flores
esparcidas por mi pensamiento.
cansada de morir entre los vivos,
ansiosa de vivir entre los muertos.

Estos versos son magníficos, aunque sobrecogen atraen por su calidad.
Besos
Pilar

La verdad, Ricardo, es que siempre has sido muy generoso conmigo, siempre tienes palabras que tengo que agradecerte.

Un abrazo.

Enrique,

me falta tiempo para comentar como me gustaría. Solo decirte que me gusta mucho este poema, con ese aire mediterráneo y nostálgico en el que empapas el amor.

Un abrazo, amigo.

Creo que ni eligiéndolo hubiera encontrado un comentario más idóneo que el tuyo, Ventura. He aquí que encuentro a alguien que conoce los lugares que sirvieron de inspiración a este poema y me habla de ellos con una sensibilidad nostálgica que recuerda la evocación del Paraíso. Bueno, en el poema rememoro un acontecimiento triste, pero también hubo buenos momentos con ese paisaje, tan similar al de mi tierra, al fondo. Me ha alegrado mucho este detalle que me has resaltado y que en absoluto me parece pequeño.
Un abrazo.

Gracias, Pilar, no puedo salvar todos los poemas que escribí sobre el mismo tema. Me alegro mucho de que éste te haya gustado.

Un abrazo.

Gracias, Pablo, yo ya empiezo a mirarlo como si no fuera mío, es de 1998.

Un abrazo.