Editorial Alaire

Guillermo Cuesta escribió:Seguía vivo aquel infortunado
dejando atrás la suerte. Perseguía
el prófugo disfraz de la ironía
que envestía su hábito rasgado.

La vida le llevaba al otro lado,
sin morirle del todo, pues no había
ni principio ni ocaso en la osadía
de la losa de un mar encarcelado.

Estremeciera un signo impertinente
que a la luz de sus ojos se acercaba.
Lo entendía de un modo tan ausente
que el ciclo de las olas se apagaba
al lado de las rocas y el repente
de un largo acantilado que se acaba.

Rosa Marzal escribió:Muy buen soneto, Guillermo. Mis reverencias y aplausos. Un fuerte abrazo.

Josefa A. Sánchez escribió:Un soneto que atrapa en la atmósfera inquietante de acantilados y mareas. Me ha gustado leerte.
Un abrazo.
Pepa

Ana Muela Sopeña escribió:Guillermo:

Fantástico soneto en fondo y forma.

Ovación y vuelta al ruedo
Un abrazo
Ana

Felipe Fuentes García escribió:Un precioso soneto, Guillermo, impecable en su forma y con un mensaje pleno.
Me ha encantado releerlo, amigo.

Recibe con mi aplauso un afectuoso saludo.
Felipe.

Rafel Calle escribió:Bello soneto de Guillermo.

Jerónimo Muñoz escribió:Trágico soneto, resuelto con envidiable habilidad y consiguiendo crear un ambiente completo, pleno de belleza poética.
Un abrazo.
Jerónimo