Nada quiero saber de la máquina del tiempo

[Ramón Carballal]

Me veo envuelta en metáforas que comprendo y comparto. Un lujo detenerme en ellas
Besos
Pilar

Muchas gracias, Pilar, por tu visita y amables palabras. Un beso.

[Ramón Carballal]

Hay muchos, muchos poemas en este foro que lo enaltecen. Este, para mí, es uno de ellos. Es un poema surrealista, esto es evidente, pero no de un surrealismo charlatán sino de un surrealismo profundo, intuitivo, penetrante.

“Los poetas surrealistas concentran su habilidad en una técnica singularmente limitada pero que muestra la influencia dinámica de lo irracional. Ellos están extraordinariamente vivos.” (Wallace Stevens).

Siempre he afirmado que el movimiento es vida y la quietud, muerte. Ramón: tú estás vivo porque te mueves, avanzas, innovas. No quiero “comprender” tu poema. ¿Acaso comprendo el canto de un pájaro o la forma y colorido de una flor? No existen claves para comprenderlos y, sin embargo, me emocionan.
Hasta el surgimiento de las vanguardias, en poesía parecía haberse dicho ya todo. Pero la vida no se detiene: avanza. Se han arrinconado las “definiciones” (La poesía “es” esto o aquello), se han roto las normas.
¿Quién discute a Picasso, Dalí o Miró? Nadie desdeña a Lorca cuando lee aquello de

Con una cuchara
arrancaba los ojos a los cocodrilos
y golpeaba el trasero de los monos.
Con una cuchara.

o a Gamoneda, cuando se encuentra con versículos como

De esta pasión, de los proverbios posteriores a tu vértigo, del
animal que llora y su piedad está sobre nosotros,

tú deducirías lacre y lo pondrías en mis ojos, o quizá limaduras
de níquel y otras materias aborrecibles.

Lógicamente, sería necesario transcribir los poemas enteros, pero sólo pretendo dar una opinión. Lo importante, para mí, es alcanzar la emoción estética y, con tu poema, yo la obtengo.

Te aplaudo, Ramón y te envío mi abrazo.

Jerónimo

Muchas gracias, Jerónimo, por el interesante comentario que me dejas. Opino que en la vida como en la poesía hay que seguir camino sin olvidar por ello de donde venimos.Es un lujo para mi que un maestro en poesía como tú valore positivamente este poema. Un abrazo.

[C.P. Fernández]

Me ha encantado, Ramón. Siempre es un placer leerte.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Maestro de la metáfora y la imágen, eso eres tú. Arte y elegancia en la palabra, esa es tu poesía. Por eso uno siempre acierta al asomarse a tus poemas.
Un abrazo, Ramón
J. Manuel

Muchas gracias, José Manuel, por tus generosas palabras. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Ramón tus versos son punzadas certeras en el costado. Dejan sin aliento, perdidos ante todo y ante todos... mágicos esos latidos que atraviesan y enamoran a partes iguales.

Recibe un fuerte abrazo y Feliz Navidad.

Gracias, Pilar, por tu lectura y amable comentario. Un fuerte abrazo.

[Marius Gabureanu]

Un ojo aterriza en la luz- este verso me ha situado en la fase del deslumbramiento, luego aparecen las alegres divas del circulo, metáfora hipnótica a mi parecer y así puedo enumerar cada uno de los hallazgos de este poema, ríos incapaces de soñar, monstruos de luz, un conjunto onírico que delata los sentidos del lector. Me ha encantado, muchos abrazos, Ramón. Feliz Navidad.

[Ramón Carballal]

Me ha encantado, Ramón. Siempre es un placer leerte.

Un abrazo.

Gracias, Celia. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Un ojo aterriza en la luz- este verso me ha situado en la fase del deslumbramiento, luego aparecen las alegres divas del circulo, metáfora hipnótica a mi parecer y así puedo enumerar cada uno de los hallazgos de este poema, ríos incapaces de soñar, monstruos de luz, un conjunto onírico que delata los sentidos del lector. Me ha encantado, muchos abrazos, Ramón. Feliz Navidad.

Gracias, Marius, por tu lectura y amable comentario. Un abrazo y Feliz Navidad.

[E. R. Aristy]

Vestir otro traje con su canesú inmóvil.

Un ojo blanco aterriza en la luz.

Las alegres divas del círculo juegan con mi sol hastiado.

Llueve en la horas del sinsabor, mientras el haz
de los faros perdidos arroja su aliento en la lujuria temprana.

No es la conciencia una flor sin mácula, su sombra transita
bajo el párpado de las calles pero vive y sobrevive
como un latido.

La juventud deriva en eco de plumas, sus pistilos fulgen
en las noches de cal, como soldados de azul
en un adiós de lágrimas.

Yo no sé del mercurio, ni del éxtasis ni tampoco de los viajes del azar.

Sólo mi cuerpo regresa a los confines del hambre y yo le sigo,
monstruo de luz.

La gimnasia de los párrafos aprendidos ¿quién soy yo, el corifeo,
el autómata, el golem o la fría secuencia de una piel ausente?

Muchos son los ríos que lloran por no elegir un sueño.

Hoy habito el marfil joven de la fábula
con sus rombos prohibidos
y sus escarapelas sin color.

En los cúmulos de la edad un hombre viaja, no diré quien ha sido
mi llave o mi muerte,
un si o un no,
sin quererlo
como dicen que todo pasa en la vida.

Me echas a llorar. Abrazos, ERA

[Ramón Carballal]

Vestir otro traje con su canesú inmóvil.

Un ojo blanco aterriza en la luz.

Las alegres divas del círculo juegan con mi sol hastiado.

Llueve en la horas del sinsabor, mientras el haz
de los faros perdidos arroja su aliento en la lujuria temprana.

No es la conciencia una flor sin mácula, su sombra transita
bajo el párpado de las calles pero vive y sobrevive
como un latido.

La juventud deriva en eco de plumas, sus pistilos fulgen
en las noches de cal, como soldados de azul
en un adiós de lágrimas.

Yo no sé del mercurio, ni del éxtasis ni tampoco de los viajes del azar.

Sólo mi cuerpo regresa a los confines del hambre y yo le sigo,
monstruo de luz.

La gimnasia de los párrafos aprendidos ¿quién soy yo, el corifeo,
el autómata, el golem o la fría secuencia de una piel ausente?

Muchos son los ríos que lloran por no elegir un sueño.

Hoy habito el marfil joven de la fábula
con sus rombos prohibidos
y sus escarapelas sin color.

En los cúmulos de la edad un hombre viaja, no diré quien ha sido
mi llave o mi muerte,
un si o un no,
sin quererlo
como dicen que todo pasa en la vida.

Me echas a llorar. Abrazos, ERA

Gracias, ERA, por dejar constancia de tu paso. Un abrazo y feliz Navidad.