Editorial Alaire

Ricardo José Lascano escribió:Ese gesto improvisado por mis dedos,
no codificado de mi cerebro,
en ese acto –involuntario-de pensarte
veo – claramente- que ya estás dentro,
a la misma altura de mi corazón.
Y me doy cuenta enseguida
que la ternura se me pone en los labios
asoma por mis dedos,
y es mi corazón el que escribe tu nombre,
mi amor el que lo pronuncia.

Me parece una preciosura de arte sublime. Rozar el corazón, el pulso de su sueño, la honda llave gracil de su gesto, para necer desde sus manos, febril de los relieves que dormitan,,, Perdón... tu poesía mi lleva... Gracias por tu arte, admirada poeta, toda la luz para vos. Carmencita. RJL

Carmen López escribió:Apuntes de domingo…

Hace tanto frío que se descuelga la luz y cae,
el vaho recorre nuestras bocas
como besándonos en vano,
dejándonos en una tristeza dulce, melancólica.
Salgo de una exposición que me ha gustado
y apuro mi café -en este bar- y me caliento.
Y escribo tu nombre en el cristal
donde el frío se ha vuelto pizarra,
escribo tu nombre mientras lo pronuncio
en las terrazas de este invierno
donde la luz desaparece y se nos vuelve sombra.
Ese gesto improvisado por mis dedos,
no codificado de mi cerebro,
en ese acto –involuntario-de pensarte
veo –claramente- que ya estás dentro,
a la misma altura de mi corazón.
Y me doy cuenta enseguida
que la ternura se me pone en los labios
asoma por mis dedos,
y es mi corazón el que escribe tu nombre,
mi amor el que lo pronuncia.

J. J. M. Ferreiro escribió:Un poema precioso, amiga Carmen, pleno de lenguaje lírico de gran inteligencia poética y de poder sugestivo.

Biquiños.

Guillermo Cuesta escribió:Qué belleza de poema. Tiernas y dulces ensoñaciones y reflejos
para llegar al final feliz de un amor lleno de memoria y una imagen
llena de amor.

Un abrazo

CELIA PUERTA escribió:Muy hermoso, Carmen. Un placer.

Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Qué precioso, Carmen, este poema se degusta lentamente para sentir cada palabra.
Besos
Pilar

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Carmen López escribió:
Buscas, escarbas en el frío, en tu propio corazón... y escribes con tus pasos, con tu vivencia cotidiana.
Saludos.

Antonio Urdiales escribió:Un bello y encantador poema de amor sublime, con unas imágenes preciosas y un lirismo que se va derramando en cada verso sin mesura. Felicidades.

Un abrazo.

Marisa Peral escribió:

Carmen López escribió:
Apuntes de domingo…


¡Mmm! el aroma del café inunda esta fría mañana mientras te leo, Carmen.
Y me encanta el poema, lleno de añoranza y versos de amor que hacen que la mente se recree y, como si no hubiera nadie al lado, dibujas su nombre en los cristales y lo sientes cerca, tuyo.
Precioso, precioso.
Esta forma tuya de escribir me gusta mucho, parece que nos estás contanto algo cotidiano, esas cosas que pasan cada día pero con una delicadeza y un lirismo que atrapan.

Besos a capazos.

Carmen López escribió:Apuntes de domingo…

Hace tanto frío que se descuelga la luz y cae,
el vaho recorre nuestras bocas
como besándonos en vano,
dejándonos en una tristeza dulce, melancólica.
Salgo de una exposición que me ha gustado
y apuro mi café -en este bar- y me caliento.
Y escribo tu nombre en el cristal
donde el frío se ha vuelto pizarra,
escribo tu nombre mientras lo pronuncio
en las terrazas de este invierno
donde la luz desaparece y se nos vuelve sombra.
Ese gesto improvisado por mis dedos,
no codificado de mi cerebro,
en ese acto –involuntario-de pensarte
veo –claramente- que ya estás dentro,
a la misma altura de mi corazón.
Y me doy cuenta enseguida
que la ternura se me pone en los labios
asoma por mis dedos,
y es mi corazón el que escribe tu nombre,
mi amor el que lo pronuncia.

jorge muñoz escribió:Carmen. Un hermoso poema, donde el amor-sentimiento desnuda el corazón de la poeta. Un abrazo.

Óscar Distéfano escribió:

Carmen López escribió:Apuntes de domingo…

Hace tanto frío que se descuelga la luz y cae,
el vaho recorre nuestras bocas
como besándonos en vano,
dejándonos en una tristeza dulce, melancólica.
Salgo de una exposición que me ha gustado
y apuro mi café -en este bar- y me caliento.
Y escribo tu nombre en el cristal
donde el frío se ha vuelto pizarra,
escribo tu nombre mientras lo pronuncio
en las terrazas de este invierno
donde la luz desaparece y se nos vuelve sombra.
Ese gesto improvisado por mis dedos,
no codificado de mi cerebro,
en ese acto –involuntario-de pensarte
veo –claramente- que ya estás dentro,
a la misma altura de mi corazón.
Y me doy cuenta enseguida
que la ternura se me pone en los labios
asoma por mis dedos,
y es mi corazón el que escribe tu nombre,
mi amor el que lo pronuncia.

Te quiero aplaudir una hora y luego decirte que en este poema has perdido ese estúpido pudor que casi siempre nos prohibe decir las grandes verdades de la vida. Haciendo uso inteligente de un lenguaje coloquial (como en una confesión de amigos), nos desnudas tus sentimientos, y nos haces partícipes del profundo y delicioso caos que el amor ha creado en tu alma poética. Quizás sólo sea la voz poética en una magistral interpretación actoral; pero, en verdad, eso, en poesía, no tiene ninguna importancia. Lo que me importa es lo que me has hecho sentir a mí: tu ferviente lector.

Un abrazo fraterno, amiga.
Óscar