Editorial Alaire

Antonio Urdiales escribió:La autoestima está diseñada para funcionar como si de dientes de sierra se tratara, porque el mayor pecado de la autoestima es el egocentrismo, así que seguro que tú habitas en el verdadero santuario de la autoestima que está, al menos así lo creo yo, en esas pequeñas debilidades que nos hacen dudar de nosotros mismos cuando nos sobreponemos a ellas.

Claro, que tú lo dices mucho más bonito y con un aroma poético que ha endulzado mi mañana.

Un abrazo.

LUIS MARIÑO escribió:La percepción de lo hermoso que nos rodea y la conciencia y/o aceptación del yo puede convertirse incluso en una lucha de contrarios cuando acumulamos "factores" arraigados que nos pesan demasiado. Así me llego a mí tu poema. En cualquier caso, me ha parecido una obra muy buena y bella.
Mis aplausos, Pilar, y un abrazo.

Nésthor Olalla escribió:Un espléndido poema nos regalas, Pilar.

Siempre es un gusto parar en tu posta, compañera.

Que te llegue mi abrazo cordial, va bien nutrido de estima, por sí tienes que recargar.

Ramón Carballal escribió:Precioso poema, Pilar. Te felicitc. Besos.

Pilar Morte escribió:Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

Ricardo José Lascano escribió:Preciosa creación maravillosa. Abrazo de luz. RJL

Pilar Morte escribió:Tantas veces sentí
el vibrar de las hayas,
la melodía del gorjeo sobre el viento,
los rayos tornadizos en centelleo de iris,
el aroma de los pinos solemnes que se elevan buscando luz,
tanta comunión con la cima desde donde miramos
la vida de los pueblos, su alegría- tristeza
cambiante como los segundos.

Todo mezclando mi sangre con ese licor de felicidad infinita
sin pensar que lo de fuera es lo de dentro,
que esa belleza toma
forma diferente en el rostro pero es mía,
porque llevo la vida toda en mis arterias.

Las hayas soy yo, el gorjeo es mi canto
y el aroma se asoma reconocida en mi cráneo.

Yo, belleza, fuego, tierra, piedra, las raíces, mi perro,
el canto del mirlo
Todo en mí, dispuesto a despertar, el mar
conquistando conciencia de la vida.

Sin embargo no crece mi autoestima.

Guillermo Cuesta escribió:En las alturas contemplo yo esa autoestima
que de fuera a dentro y de dentro a fuera
coloca el arte en forma y el sentir en fondo
para que la poesía diga lo que el poeta:

Si no fuera yo todo el mundo de mi mundo lo sería.

Un abrazo y aplausos, puesto en pie.