Ramón Carballal escribió: Como aquella vez que
la noche fue un animal extraño,
después de habitar las fresas del alcohol
y manchar los nombres,
tras diluir las horas en preguntas de plata
y rebuscar entre fotos de lugares que no pisaré.
Cuando ya el crepúsculo agoniza en las miradas
y aromas de cansancio entonan la vieja música
escrita en el revés de las hojas, entonces te tiento
y pongo el molde de la figura que crece
igual al vestido rojo, la misma trenza
hendida en tu músculo y siento la sangre
caer por las persianas y me juego a las cartas
el futuro contigo, cuando sé que en tu mano
no cabe la palabra tiempo, cuando la herida- un crisol de lanzas-
palpita en los vasos con reseco temblor y las órbitas del deseo
perfuman el eco de las puertas cerradas, y te exprimes
para sembrar la penitencia de los dientes en cada centímetro
del tránsito; en tu ruta,
en tu vacío,
en tu jardín inmaculado
¿ha sido el pañuelo la bandera,
ha sido ese fuego de abalorios
la trama cobarde de un farol extasiado?.
A por ti la frase que teje la araña,
a por ti mis miedos, sin ti la virgen que cubrió de aceite la mandíbula del amor,
eres un misterio que la lluvia desnuda, serpentina que se enreda
en mi baba de caracol y asciende y comulga con jazmines plisados.
Y ahora mírame, cuéntame un final que mate los trenes,
come si quieres en el reverso de una ola, quiéreme en el sonido
de un puente, azota la misericordia de los cristales y luego,
cuando el azar nos llame, cúbrete con mi abrigo de espejos.
Ay! èste me lo guardo!!! Ramòn, sos grande.... decìs de una manera que transporta y conmueve de una forma especial, y no me canso de repetirlo. Leerte es siempre un viaje, placentero, conmovedor, por momentos incierto, pero que sin duda muestra al corazòn del poeta que te habita y llega al de quien lee, un abrazo y mi admiraciòn, Luna.-