Editorial Alaire

Preciosa obra de poesía, hay mucho talanto aquí. Recibe mi abrazo. RJL

Gracias por tus palabras Ricardo.

Un abrazo.

Israel Liñán escribió:No me des más,

no lo preciso,

son suficientes las moléculas,

una a una

que magullan las médulas

y acarician mi moral...

...no me des más,

ni voces, ni aplausos,

ni tactos ni amparos...

...la respiración,

el viento,

tormentoso,

procúrame eso...

luz...

...sobre los males del mundo, luz.

.................................................................................................
A mi juicio, amigo Israel, el verso corto es mucho más dicícil que el largo, cuanto más corto, más bueno debe ser, más potente, porque se presenta sin el amparo de la frondosidad de la largura, desnudo. Ya digo, escribir versos cortos que sean ingeniosos, estéticamente logrados, rotundos... es bastante complicado. Pero, por todo lo dicho, también es un excelente ejercicio para quienes pretendemos subir peldaños de la escalera que conduce a la madurez de los autores inconformistas. Es cierto, lo dices bien en uno de tus comentarios, tenemos que probar, debemos probarnos. Comulgo con ponernos frente a nuestra poética y siempre rebelarnos.
No es malo que no te guste mucho tu poema, aunque yo crea que es muy bello y que tiene un ritmo logrado.
Un cordial abrazo, compañero.

Quizá la sabiduría, la verdadera sabiduría, el la asimilación de lo más esencial, eso que tantas veces nombra el poeta, la luz. En estos versos, el poeta rechaza todo, sólo pide la luz para la comprensión de la compleja realidad que le rodea.

Un placer de lectura, amigo Israel.

Precioso, Israel, y el cierre es una explosión esperanzadora, para qué más..

Me encantó. Un abrazo.

Rafel Calle escribió:

Israel Liñán escribió:No me des más,

no lo preciso,

son suficientes las moléculas,

una a una

que magullan las médulas

y acarician mi moral...

...no me des más,

ni voces, ni aplausos,

ni tactos ni amparos...

...la respiración,

el viento,

tormentoso,

procúrame eso...

luz...

...sobre los males del mundo, luz.

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A mi juicio, amigo Israel, el verso corto es mucho más dicícil que el largo, cuanto más corto, más bueno debe ser, más potente, porque se presenta sin el amparo de la frondosidad de la largura, desnudo. Ya digo, escribir versos cortos que sean ingeniosos, estéticamente logrados, rotundos... es bastante complicado. Pero, por todo lo dicho, también es un excelente ejercicio para quienes pretendemos subir peldaños de la escalera que conduce a la madurez de los autores inconformistas. Es cierto, lo dices bien en uno de tus comentarios, tenemos que probar, debemos probarnos. Comulgo con ponernos frente a nuestra poética y siempre rebelarnos.
No es malo que no te guste mucho tu poema, aunque yo crea que es muy bello y que tiene un ritmo logrado.
Un cordial abrazo, compañero.

Gracias por tus palabras Rafel, las tengo en alta estima.
Es cierto que el poema no termina de convencerme, pero lo tomo como un ejercicio, creo que la poesía ofrece una libertad muy amplia, y encuentro una gran diversión en esa libertad.
Una de las cosas positivas que encuentro en un foro de poesía (en este en concreto) es la capacidad de ampliar los esquemas mentales en cuanto a la manera de enfocar un poema, gracias a los diversos autores de los que disfrutamos en Alaire, cada uno con su estilo, su manera de entender la poesía, y todos aportando de manera consciente, o no, ideas a los demás. Es un lujazo.

Un abrazo, compañero.

J. J. M. Ferreiro escribió:Quizá la sabiduría, la verdadera sabiduría, el la asimilación de lo más esencial, eso que tantas veces nombra el poeta, la luz. En estos versos, el poeta rechaza todo, sólo pide la luz para la comprensión de la compleja realidad que le rodea.

Un placer de lectura, amigo Israel.

Gracias por tus palabras J.J.

Un abrazo, amigo.

Isabel Moncayo escribió:Precioso, Israel, y el cierre es una explosión esperanzadora, para qué más..

Me encantó. Un abrazo.

Gracias Isabel, me encantó que te encantase.

Un abrazo.