Óscar Distéfano escribió:La lluvia en el frío de la tarde
En la memoria guardo el frío de la tarde,
junto a las tardes frías que duermen lejanas,
en este abismo del otoño,
cerca al aroma de la lluvia que promete su honda trasnochada.
Miro el vacío.
No se ven pájaros cruzar la lluvia en la ventana.
Se han marchado a vivir la luz en las edades ígneas del recuerdo,
en otras lluvias de empaparse en ocio, en bulla y algazara.
Las leyes de estas horas castigan con olvidos,
con angustia y nada de esperanza,
con nubes negras y cadáveres de brisas,
con sus casas sin párpados y puertas sin gargantas,
con un dolor de látigos que llegan de los antiguos éxtasis,
con la pasión que odia su hojarasca.
Me voy hacia el espanto de un invernadero, hacia el metano,
llevándome las ropas del alambre, mis mujeres con máscaras
y los nombres que tuve.
Jamás volveré a casa.
Ellos cedieron mi lugar en la mesa a otro espectro,
ya no aman mi soledad ni mi palabra,
y admitieron callados la invasión de malezas al jardín.
Esta lluvia no para.
Apreciado Óscar:
Leo tu poema y me voy impregnando del hondo sentir que lo motiva, de la serena reflexión que lo provoca.
No es un simple artesonado de palabras, sino que verso a verso se transparenta el dolor del paso del tiempo, de la crudeza del olvido, la contemplación de una lluvia inexorable, vivencias del autor que sustentan, que dan autenticidad al poema.
Pero esos factores antropológicos son universales y, por ello, se produce un correlato en el lector, por “resonancia”. Esa es la magia de la buena poesía: la comunicación mediante el “arte” de la palabra generada como producto de una experiencia vital, pues no es posible hacer poesía desde un plano únicamente intelectual.
Así, tu extraordinaria propuesta discurre por unos cauces estéticos de primer orden, sin estridencias metafóricas, con imágenes bellísimas. Y lo hace dentro de una gran armonía rítmica y con una profusa variedad métrica, en general, con versos imparisílabos y/o combinaciones de éstos por yuxtaposición.
El conjunto tiene una conseguida euritmia y un mensaje que, como he dicho, llega.
Me ha gustado leerte, amigo mío, y me ratifico en mi aplauso por tu cada vez mayor fuerza expresiva y altura lírica.
Recibe un gran abrazo.
Felipe.