Editorial Alaire

E. R. Aristy escribió:

Julio González Alonso escribió:


Puedes decir


Puedes decir: es cierto, comiste del racimo de la vida,
con mansedumbre atado al yugo del amor, viviste;
y los días te ungieron con sana complacencia
de regaladas horas.

Puedes decir: es cierto, levantada la vista
sin temor escrutaste del sedicioso mar
todos los horizontes
y entretuviste en el tacto las suaves anatomías
de los desiertos arenosos y sus dunas,
las que naciendo de olas
que el navarca surcó en bastimento de años,
libres de las sevicias de las crueles tormentas,
meciendo están sus siluetas
entre dos azules.

Puedes decir: es cierto, la existencia se apura
en el tiempo líquido de las clepsidras; las últimas uvas
llegan dulcísimas a tu boca,
el aire mueve las aspas y en los cedazos la harina
promete el pan amasado de mañana,
la memoria en la mezcla homogénea
de la espiral de los deseos.


Julio G. Alonso

Me deja este poema feliz en un estado de meditación. Lo he leído en el silencio de la madrugada. Todos duermen y tu extraordinario poema se muestra satisfecho de que ha vivido. Un leerte, Julio.

Abrazos,
ERA

Ana Muela Sopeña escribió:Extraordinario poema porque la vida es belleza y es alegría y tú, aquí, nos lo comunicas.

Enhorabuena, Julio.
Un abrazo
Ana

Pilar Morte escribió:Pero qué preciosidad. Todo, todo es puro amor y reconocimiento agradecido. Me ha encantado . Felicidades.
Besos
Pilar

Guillermo Cuesta escribió:Julio, qué magnífico poema. Su lirismo elegante y sutil
certifica que cada verso sabe mucho de poesía, lo que me
lleva a dar un fuerte aplauso al autor

un abrazo

Isabel Moncayo escribió:Hermoso canto de amor y vida, estimado Julio, con ese lenguaje tuyo tan exquisito y sugerente, tierno y evocador.... siempre es un lujo la lectura de tus poemas

Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Julio González Alonso escribió:


Puedes decir


Puedes decir: es cierto, comiste del racimo de la vida,
con mansedumbre atado al yugo del amor, viviste;
y los días te ungieron con sana complacencia
de regaladas horas.

Puedes decir: es cierto, levantada la vista
sin temor escrutaste del sedicioso mar
todos los horizontes
y entretuviste en el tacto las suaves anatomías
de los desiertos arenosos y sus dunas,
las que naciendo de olas
que el navarca surcó en bastimento de años,
libres de las sevicias de las crueles tormentas,
meciendo están sus siluetas
entre dos azules.

Puedes decir: es cierto, la existencia se apura
en el tiempo líquido de las clepsidras; las últimas uvas
llegan dulcísimas a tu boca,
el aire mueve las aspas y en los cedazos la harina
promete el pan amasado de mañana,
la memoria en la mezcla homogénea
de la espiral de los deseos.


Julio G. Alonso

Elegancia por doquier, Julio. Las imágenes se mueven y lubrican la retina para que la luz se haga pensamiento adoptado. Me quedé colgada en las nubes de la segunda estrofa. Exepcionalmente bellas.

Salud, felicidad y un abrazo.

Marius Gabureanu escribió:Puedo decir que el poema me ha hecho recordar las cosas que son emblemas para el alma. Muy hermosas las imágenes, Julio. Me ha gustado mucho, es el espejo del sentido de la vida. Felicitaciones





Puedes decir: es cierto, la existencia se apura
en el tiempo líquido de las clepsidras; las últimas uvas
llegan dulcísimas a tu boca,
el aire mueve las aspas y en los cedazos la harina
promete el pan amasado de mañana,
la memoria en la mezcla homogénea
de la espiral de los deseos.

Pablo Ibáñez escribió:Julio,

me encanta, amigo, maestro, me parece buenísimo. Todo en este poema dice de la calidad del poeta y de la sosegada madurez del hombre. El hombre que mira hacia atrás y consiente, se permite admitir que ha vivido, que ha sufrido y que ha gozado, y desde la atalaya de la experiencia contempla el paisaje del pasado con una inmensa clemencia, con una suave nostalgia.

Los cultismos, el lenguaje solemne, trascendente y profundo, el ritmo largo y reposado, todo abunda en esa sensación de potente lírismo que envuelve la composición, es como un salmo o una plegaria levantada al paso del tiempo, al poso de la vida.

Me ha encantado, Julio, amigo, maestro.

Te mando un abrazo.